El domingo 20 de agosto de este año, la Selección Femenina de España venció con autoridad, pero por la mínima, 1-0 a Suecia y se consagró por primera vez en su historia como campeonas del mundo. “La Furia” disputó un enorme mundial y se quedó con la corona. Minutos después del pitazo final y mientras se entregaban las medallas arriba del podio, Luis Rubiales, Presidente de la Real Federación Española de Fútbol abrazó con fuerza a Jenni Hermoso, la goleadora histórica de la Selección y la besó en la boca para despedirla de la premiación tocandola. 

Mientras los flashes se iban con las futbolistas, comenzó a viralizarse el bochornoso acto de Rubiales y ya nada fue igual ni para el dirigente ni para el fútbol español. Un día después, el mandamás del fútbol ibérico intentó un pedido de disculpas que fue repudiado por el mismisimo Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. 

Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones, afirmó que se debe cumplir la ley del deporte y los protocolos de la Federación, por lo que pidió la dimisión de Rubiales. "Ha vejado y agredido a una mujer. Sus excusas no sirven en absoluto y pedimos el cumplimiento de la ley del deporte y que se activen los protocolos de la federación", manifestó.

Acorrlado por una serie de denuncias ante el Consejo Nacional de Deportes por parte de dirigentes, jugadoras y clubes y el inicio de un procedimiento disciplinario, por parte de FIFA,  por el comportamiento del dirigente en la premiación del Mundial que obtuvo España tras vencer a Inglaterra en la final. "Estos hechos podrían resultar constitutivos de violaciones de los artículos 13.1 y 13.2 del Código Disciplinario de la FIFA", anunció el organismo.

Los rumores indicaban que Rubiales daría un paso al costado sin embargo, el dirigente efectuó su descargo en la Asamblea Extraordinaria celebrada en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y afirmó que no renunciaría a su cargo. Por su parte, tras el discurso, el Consejo Superior de Deportes (CSD) elevó una denuncia para pedir su suspensión.

"No hay deseo y no hay posición de dominio. Toda la gente lo comprende, aunque se esté vendiendo otra cosa, rindiendo pleitesía al falso feminismo, que es una gran lacra en este país. Fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que está es la clave", remarcó Rubiales ante los aplausos de algunos presentes en la sala.

Entre las personas que celebraban las palabras del dirigente se encontraba Jorge Vilda, DT de la Selección campeona del mundo. La actitud de Vilda, valió para que todas las futbolistas del plantel campeón renunciaran a la Selección si el dirigente y el entrenador seguían en su cargo. 

Dos días más tarde, la madre de Luis Rubialesinició una huelga de hambre "indefinida" en apoyo a su hijo, en la parroquia de la Divina Pastora, en el centro de Motril, en la costa de Granada. Luego de algunos días la mujer fue internada por un pico de stress y debilitamiento. Mientras tanto, Juan Rubiales, tío del dirigente y quién supo ser uno de los hombres de máxima confianza del suspendido Presidente de la RFEF, le soltó la mano y en una entrevista sostuvo: "siempre ha sido un hombre con un claro tinte machista, muy arrogante, con actitudes propias de Torrente".

El pasado martes, el presidente de la RFEF, Pedro Rocha, anunció la salida de Jorge Vilda tras el escándalo protagonizado con Luis Rubiales. Se trata de "una medida de renovación", según afirmó la RFEF. Al día siguiente, Jenni Hermoso formalizó la denuncia contra Luis Rubiales por el bes. Una semana después de que el Ministerio Fiscal le ofreciera la oportunidad de emprender acciones legales contra Rubiales como víctima de un presunto delito de agresión sexual, la jugadora de la selección española ha decidido denunciarle ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Finalmente, este domingo, Rubiales formalizó su decisión de renunciar como Presidente de la RFEF con una carta en la que sigue afirmando que existe una campaña de desprestigio en su contra.