Sudamérica sueña con un Mundial. Hablar del 2030 parece lejano... pero no tanto. Los preparativos para una Copa del Mundo comienzan con gran anticipación y esta no será la excepción. Pero... ¿hay chances reales o es una lejana utopía? Si bien en Uruguay aseguran que es un relanzamiento, el resto de los países le bajan el tono a la reunión que se llevará a cabo en el transcurso de este martes. En Argentina, Brasil, Chile y Paraguay reconocen que es meramente protocolar para trabajar en pos de una posible candidatura.

La génesis de la postulación tiene casi 17 años de antigüedad. Y varias etapas. El 3 de octubre de 2005 el entonces presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, le propuso  al mandamás de la FIFA de aquel tiempo, Joseph Blatter, la posibilidad de disputar un Mundial del Mercosur 2030 para conmemorar los 100 años del primer torneo, jugado en Montevideo.

De visita por tierras orientales luego del encuentro con el presidente uruguayo, Blatter comentó sus sensaciones luego del encuentro con el funcionario: "Durante nuestra reunión, el presidente me habló de su sueño de ver a este torneo organizado en la región. Le dije que el sueño de hoy podría ser la visión del futuro, que a su vez podría convertirse en una iniciativa adecuada y, finalmente, un proyecto. La Confederación Sudamericana de Fútbol albergará la Copa del Mundo 2014, y todas las asociaciones (nacionales) podrán presentar su candidatura cuando comencemos el proceso de selección a finales de 2006. El Dr. Nicolás Leoz dice que con el sistema de rotación, será el turno de América del Sur en 2030. Esa es la situación en su estado actual", sostuvo el pope de la FIFA.

Pero el sueño fue tomando forma con los años. Dos años después de la propuesta de Tabaré Vázquez, Argentina se unió a la visión del presidente uruguayo. Los primeros contactos datan del año 2007 (el 17 de octubre de ese año, el Comité Ejecutivo de AFA aprobó por unanimidad la iniciativa para organizar en forma conjunta el Campeonato Mundial de la FIFA de 2030), pero formalmente la administración de Cristina Fernández de Kirchner se adhirió a la idea dos años después: "Los Secretarios de Turismo Enrique Meyer y de Deportes Claudio Morresi trabajaron fuertemente bajo la "idea fuerza" de organizar un "Mundial en democracia". Y desde ambas Secretarías comenzaron a movilizarse todos los sectores de la gestión: "las cancillerías, las secretarías de estado de turismo, de deportes, las asociaciones de fútbol de ambos países con sus niveles gerenciales y obviamente los presidentes de ambas naciones. La idea impulsada por Tabaré Vazquez iba tomando una dimensión de enorme significación política", relató tiempo después Ernesto Cherquis Bialo.

El periodista, por entonces cumpliendo funciones en la Asociación de Fútbol Argentino, agregó: "Este avance "imparable" que se iba consumando en el nivel oficial modificaba la idea empírica de Don Julio de realizar un festejo. Se estaba pergeñando un proyecto organizativo de campeonato mundial binacional que el presidente de la AFA y vice de la FIFA consideraba improbable. Puesto que a cambio había que ofrecer algo sustentable Grondona no tuvo más remedio que involucrarse íntegramente y olvidarse de su escéptica frase: 'Total yo no voy a estar'". Ya en 2013 el mismo Grondona sostuvo ante los micrófonos de Radio 10: "La FIFA desea festejar los 100 años de la Copa del Mundo en Argentina y Uruguay. Eso lo confirmo. Está firmado". El sueño ya tenía forma de proyecto.

El 17 de noviembre de 2016 se reunió por primera vez la Comisión Directiva de Iniciativa 2030, una organización binacional entre Argentina y Uruguay sin fines de lucro, que nació con el apoyo de ambos Gobiernos. Esta comisión binacional tuvo como primera acción proponerle a Lionel Messi (en representación de Argentina) y Luis Suárez (en representación de Uruguay) como representantes de la candidatura para organizar el mundial de 2030. En 2017, en ocasión de un encuentro por Eliminatorias Sudamericanas, tanto el astro argentino como la estrella uruguaya saltaron al campo con las camisetas de ambos con la leyenda "2030". Foto emblemática si las hay. Horas antes de esa imagen el presidente de Paraguay, Horacio Cartés, anunciaba que su país se iba a sumar a esa gesta.

A finales de ese año, por gestión del presidente de CONMEBOL, Paraguay se sumó formalmente a la iniciativa más allá de alguna resistencia inicial por parte de los uruguayos. A pesar de esto, fue un momento en el que todo pareció caerse, con un amague de los argentinos de bajarse de la organización en 2018, como lo adelantaba Doble Amarilla:En este contexto es imposible pensar en un Estado invirtiendo miles de millones de dólares en estadios y diferente infraestructura fundamental para poder aspirar a organizar una Copa del Mundo”, le contaban fuentes de la organización a este sitio. Con el cambio de aires políticos y la suma de un nuevo socio, se volvió pasos atrás. Atrás habían quedado una decena de reuniones en las que Fernando Marín, hombre de confianza de Mauricio Macri en el fútbol, auspiciaba de anfitrión pero que nunca llevaron a avances significativos.

Y en 2019 se sumó Chile al proyecto. En aquel momento se filtró que desde el Gobierno chileno argumentaron que la idea es que Chile tomara parte del peso principal de la candidatura, siendo el segundo país con más ciudades sedes en el torneo, después de la Argentina. Sin embargo, luego llegó la pandemia. El coronavirus dominó al mundo y todo pareció enfriarse. Pero...

Hubo dos cimbronazos que trajeron el tema de la organización conjunta de la máxima cita del planeta fútbol a la agenda. Por un lado la ratificación de la candidatura, en Abril, por parte de la máxima autoridad de CONMEBOL: "Estamos planteando que todo el Mundial sea en territorio sudamericano y estamos trabajando con cuatro países para darle forma al proyecto", sostuvo Alejandro Domínguez.

Y por otra parte, en julio de este año, tuvo lugar una nueva reunión en la que se reflotó formalmente la iniciativa en una reunión de la que participaron autoridades de las cuatro naciones. 

Este martes, Uruguay asegura que relanzará su candidatura para el Mundial 2030 con un evento en el mítico Centenario. Sin embargo, desde los otros países le bajan la espuma a la candidatura. "Aún no hay ningún trabajo técnico. En la última reunión acordamos hacer encuentros periódicos para avanzar en la presentación de una candidatura, pero hoy no hay nada concreto más que intenciones", revelan ministros de dos de los países que integran la iniciativa.

El desafío más importante que tienen las cuatro naciones es organizar un Mundial que ya será de 48 selecciones. Eso requiere una infraestructura de estadios, hoteles, rutas, aeropuertos que hoy no es pareja entre los países. Primero tendrán que llegar a un acuerdo para definir cuántas sedes tiene cada país. Desde que se sumó Chile se trabajó en ese esquema y hasta se llegó a un borrador, pero nunca a un entendimiento.

Una vez sorteado este primer acuerdo, cada país deberá internamente resolver el tenor de cada inversión en infraestructura. Ahí es donde la realidad política de cada nación va a jugar un papel clave. 

Las candidaturas firmes y el camino hacia el 2030

En el camino hacia el Mundial 2030 ya hay un camino recorrido y en Europa dos potenciales organizadores ya tuvieron su debate para que las 55 asociaciones miembro de la UEFA respalden la opción ibérica de España y Portugal, relegando la alternativa británica con Inglaterra a la cabeza para la Eurocopa 2028.

El 14 de julio, en la sede de la Real Federación Española de Fútbol se hizo una presentación oficial de la candidatura ibérica con los 15 estadios seleccionados y una proyección de inversiones hasta 2028 para ratificar la seriedad de la opción europea.

Con Norteamérica invalidada para presentarse por organizar el Mundial 2026 en Estados Unidos, México y Canadá, los otros dos grandes continentes que tienen opciones de presentarse en la carrera hacia 2030 son África y Asia (en menor medida porque en 2022 la cita mundialista será en Qatar).

Marruecos ya ratificó que luego de perder la carrera en 2026 repetirá la fórmula para el Mundial siguiente y podría tener en Egipto y quizás otros países de la costa del Mediterráneo aliados para fortalecer una tercera opción.

En Asia todavía son todas especulaciones porque esperan algún guiño de la FIFA para entender si 2030 es demasiado apresurado teniendo en cuenta la cercanía de Qatar o China (quizás junto a las dos Coreas) pueden acelerar en este proceso y quedarse de arremetida con la organización de la Copa del Mundo del Centenario.

Ante este escenario, por el momento el Mundial 2030 en Sudamérica parece sólo un sueño con el agregado romántico del regreso a Sudamérica (y al estadio Centenario de Montevideo) para celebrar los 100 años de Copas del Mundo. Porque restan kilómetros para que la candidatura tome forma y pueda transformarse en un proyecto concreto y FIFA lo tome en serio. Además la candidatura ibérica está mucho más avanzada y galopa a paso firme. ¿Será posible seguir soñando?