Jenni Hermoso, integrante fundamental del plantel campeón de España en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda en agosto del año pasado, se presentó esta mañana ante la Audiencia Nacional para prestar declaración en su calidad de damnificada por los delitos de “agresión sexual” y “coacciones” por parte del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, en pleno podio por la conquista mundialista.

Según fuentes judiciales, la futbolista ha ratificado la declaración realizada en Fiscalía en octubre pasado: “el beso fue inesperado y en ningún momento consentido”. Posteriormente a este hecho, según la jugadora, la situación vivida tanto en el vuelo de vuelta a España como en su estancia en Ibiza por parte de los investigados fue de "atosigamiento constante, algo que alteró su vida normal, produciéndole una situación de tristeza y desasosiego". .

Los principales medios españoles confirman que el juez no se plantea nuevas imputaciones, por lo que la declaración de Hermoso podría ser la última de la fase de instrucción a falta del recurso que presentó una de las defensas de los imputados en el que pedía la declaración como testigo de Montse Tomé, seleccionadora nacional tras la destitución de Jorge Vilda.

Posteriormente, una vez finalizada la instrucción, el magistrado, Francisco de Jorge, titular del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, tendrá que determinar si archiva la investigación o solicita la apertura de juicio oral, cuyo procesamiento se llevaría a cabo en el Juzgado Central de lo Penal Único de la Audiencia Nacional.

La declaración de Jenni Hermoso en sede judicial tuvo lugar tan sólo 34 horas después de su aparición como invitada en las Campanadas de Televisión Española, donde la futbolista del Tigres mexicano pidió como deseo para este 2024 que el “empoderamiento” de las mujeres, en especial de las componentes de la Selección que ganaron el pasado Mundial, “traiga títulos e igualdad para todos”.