El expiloto alemán Michael Schumacher, múltiple campeón de la Fórmula 1 Internacional, sufría hace 10 años un gravísimo accidente mientras esquiaba en Méribel, en los Alpes Franceses, que le provocó graves daños cerebrales que, según lo poco que trasciende de su intimidad, lo mantienen postrado hasta hoy.

El 29 de diciembre de 2013, Schumacher esquiaba con su familia, como era tradición para ellos durante las vacaciones de invierno, en la estación de Méribel, en los Alpes franceses, donde tenía una residencia privada.

Uno de los encargados de socorrer al piloto de F1, Stephane Bozon (comandante de la estación de esquí), relató: "Recibimos la llamada de los rescatistas de montaña que cuidaron a Schumacher en la pista. Nos dijeron que aterrizó sobre su cabeza y sufrió una lesión grave en ella. Inmediatamente despaché el helicóptero".

Schumacher fue operado al día siguiente para tratar la presión intracraneal y hemorragia cerebral, pero los médicos hallaron lesiones graves en el cerebro, por lo que se decidió inducirle un coma. A pesar de mostrar una leve mejoría en las primeras horas, el alemán fue operado dos semanas después con el objetivo, de nuevo, de bajarle la presión intracraneal. Michael Schumacher abandonó el hospital de Grenoble en septiembre de 2014, y desde ese momento su familia montó un férreo operativo para que no circulara información ni fotografías sobre su estado.

Sobre el lamentable episódio, su hermano y ex piloto Ralf confesó: "Extraño al Michael de antaño. La vida es injusta de vez en cuando. Michael tuvo mucha suerte durante toda su vida. Pero luego ocurrió este trágico accidente”.

Asimismo, Ralf se refirió al lazo inquebrantable que lo unía a su hermano mayor: “Michael no era sólo mi hermano. Cuando éramos niños, él también fue mi entrenador y mentor. Me enseñó literalmente todo sobre las carreras de karts. Puede que haya una diferencia de edad de siete años, pero él siempre estuvo a mi lado. Corrimos juntos, practicamos maniobras de adelantamiento y todo lo que importa en el automovilismo”.

En la misma línea, el ex corredor de 48 años comentó que el fatal accidente ocurrido el 29 de diciembre de 2013 provocó un distanciamiento en la familia: “Cuando veo a sus hijos Gina-Maria y Mick, mi corazón sonríe”. Además, dejó en claro que no toma decisiones en torno a la vida de Michael: “Si alguien de la familia busca mi consejo, ahí estoy. Pero siguen su propio camino”.