La historia tendrá, en lo que a Copa Libertadores se refiere, el último capítulo de Talleres-Vélez el próximo miércoles. Y aunque el fixture podría disponer un choque en cuartos de Copa Argentina si ambos avanzan y eliminan a Independiente y Newell's, todas las miradas están depositadas en este choque por el certamen internacional más importante del continente.

Y no solo por lo que representa avanzar a semifinales para cualquiera de los dos equipos, que están teniendo un flojísimo campeonato local, sino por los graves incidentes que se registraron  en la ida en el José Amalfitani, que terminó con hinchas de Talleres agredidos, y cruces verbales entre Andrés Fassi, presidente de la T, y el mandamás del equipo de Liniers, Sergio Rapisarda.

El conjunto cordobés informó este lunes que fueron agotadas la totalidad de las localidades disponibles en el estadio mundialista Mario Alberto Kempes, donde este miércoles se disputará la revancha con Vélez.

El club de Barrio Jardín puso a disposición el último lote remanente en la tribuna Artime (cabecera sur), cuya venta comenzó después del juego de ida que Vélez ganó por 3-2 en Liniers, el miércoles pasado, ante la decisión de impedir el ingreso de hinchas visitantes.

Esa medida se adoptó frente a los graves incidentes registrados entre la barra del local e hinchas "albiazules" infiltrados en la bandera superior de la platea Sur del estadio José Amalfitani.

La expectativa por el duelo de vuelta entre Talleres y Vélez es muy grande en Córdoba, y el clima copero se empezó a percibir fuertemente en la noche del sábado en el juego en el que la 'T' superó a Argentinos Juniors por la Liga Profesional.

Los hinchas pidieron por un triunfo para poder avanzar a semifinales de la Libertadores, hecho que sería inédito para la historia del club. El Kempes cuenta con capacidad para 57.000 espectadores y el miércoles para el trascendental encuentro estará repleto de hinchas de la 'T'.