El 2022 fue un año que se caracterizó por la competitividad. El equipo dirigido por Fernando Gago encontró en la idea madre de su entrenador, un estilo. Una manera de encarar cada encuentro y cada torneo que lo caracterizó y que, salvo excepciones, lo hizo llegar a zona de definición en lo que tuvo por delante.

Un proyecto ambicioso

El técnico vino desde Aldosivi con una propuesta osada, pero que fue efectiva prácticamente desde los inicios del año. Sin dudas el pico de rendimiento fue durante el mes de marzo, cuando la ‘Academia’ hilvanó 11 victorias al hilo con los mejores momentos de fútbol que un equipo argentino tuvo en lo que fue del 2022.

El gran inconveniente fue el amesetamiento al que llegó en Abril, cuando determinaría sus chances en aquella Copa de la Liga, la Copa Argentina y la Sudamericana. La injusta eliminación ante Boca (al cual sometió de inicio a fin en el Estadio Ciudad de Lanús), desde los penales, inició una sangría que amenazó con dinamitar el proyecto futbolístico.

Doce días después, y sabiendo que un empate lo clasificaba a la fase eliminatoria de la Copa Sudamericana, el equipo de Gago perdió como local ante el humilde River de Uruguay y se despidió en primera fase del torneo continental. Fue sin dudas el gran fracaso del año, en el objetivo más importante que la institución se había planteado en el año: volver al roce internacional y ganar.

Con este panorama, al conjunto de Avellaneda le quedaban los frentes locales para pelear: Torneo y Copa Argentina. Debutó en este campeonato con un triunfo sobre Huracán por 2-0 y, apenas días después, se despidió del torneo federal tras perder por 2-1 con Agropecuario, en un batacazo del conjunto de Carlos Casares de la Primera Nacional. La sorpresiva derrota, y una pequeña pérdida de la brújula, sembraron algunas dudas sobre el futuro de ‘Pintita’.

Mal de ausencias

Paralelamente, hubo un dato curioso que envolvíó la actualidad del Racing. Fue la cantidad de ausencias con las que contó en las diferentes jornadas de este año su entrenador, Fernando Gago. Los futbolistas que faltaron en las listas de concentrados se debieron a dos tipos de imponderables bien definidos. Por un lado las lesiones, una constante en un año con tantos partidos en el medio. Por el otro, las decisiones disciplinarias que el propio entrenador fue tomando en el camino.

En total fueron 21 los jugadores que sufrieron algún tipo de lesión muscular durante todo el proceso. Además, en promedio, el equipo Fernando Gago ha tenido al menos dos bajas por mes por este tipo de situaciones. Las más graves: las lesiones ligamentarias de Mauricio Martinez (ya fuera del club) en Abril, una situación que compartió con Emiliano Vecchio (se perdió la definición del Torneo) y Leonel ‘Lolo’ Miranda (se lesionó en la final por el Trofeo de Campeones). 

Fernando Gago ha hecho de la "rienda corta", una manera de gestionar el grupo que tiene a cargo. Ya sea por cuestiones que tuvieron que ver con llegadas fuera de horario, alguna actitud que no haya gustado puertas adentro o incluso presentarse fuera de los límites de peso a los entrenamientos ha hecho que el entrenador margine de la lista de concentrados a varios de sus futbolistas.

Los casos son varios y tienen diferentes ribetes para analizar. Uno de los primeros a mencionar fue la situación de Tomás Chancalay. El delantero, de muy buena temporada pasada de la mano de Juan Antonio Pizzi, estuvo lejos de lo proyectado. Además de ello, sufrió una racha de expulsiones infantiles que hicieron que el conjunto de Avellaneda debiera revertir encuentros en inferioridad numérica. La solución llegó de la mano del propio Juan Antonio, luego de la expulsión ante San Lorenzo y con la certeza que le sería muy difícil volver a jugar, el atacante se marchó a Arabia Saudita en una operación relámpago.

En dialogo con D-Sports Radio, Leonel Miranda pintó de cuerpo entero a su entrenador: "Gago te hace saber que si relajás te vas para afuera. Es muy frontal, si te tiene que decir algo te lo va a decir. Tiene muchos códigos". 'Lolo' dos veces padeció en carne propia las consecuencias de esa "relajación". Primero, a principio de año, cuando debió batallar para recuperar su lugar. Y luego, cuando no dio el peso. Luego de la derrota ante Estudiantes, tanto el mediocampista como Edwin Cardona debieron ver a Racing desde afuera de la lista de concentrados.

Si del colombiano hablamos, justamente su caso también es emblemático. Por escándalo fue el futbolista más pedido por el entrenador desde su misma llegada a la 'Academia'. La Comisión Directiva se "jugó un pleno" con su contratación (millonaria por cierto) y, además de nunca estar a la altura de las expectativas alrededor de su figura, fue motivo de varias polémicas y sanciones.

Más allá de las diferentes lesiones, el colombiano estuvo siempre cercano a la controversia. Basta con repasar el encuentro del primer semestre, ante Banfield, cuando (cuando el equipo no tenía tiempo para perder) el cafetero se fue caminando. Luego de ello pasó por varias situaciones. Lo objetaron por realizar el precalentamiento en varios encuentros, de mala gana. Pero lo que lo terminó exponiendo fue el peso.

Edwin Cardona fue objetado por su estado físico, en varias circunstancias incluso Gago lo defendió desde lo público, hasta que llegó aquel encuentro ante el 'Pincha' (el colombiano fue titular aquella vez) y post derrota no fue parte de los concentrados por no dar el peso. Si bien luego lo indultó, hubo algo que detonó la relación.

Fue cuando Cardona fue eje de las noticias por dar un test de alcoholemia con casi el cuádruple de lo máximo permitido. Y, aún peor, porque el Cuerpo Técnico se enteró por los medios y no por el propio futbolista. Luego de los minutos ante Atlético Tucumán, Edwin no volvió a estar en los concentrados.

Carlos Alcaráz es otro de los que cayó en las redes de las sanciones por no dar el peso (aunque potenciado por ciertas actitudes, reacciones, que no gustaron). Se perdió el encuentro ante Defensa y Justicia (al igual que Maico Quiróz, el suplente natural de Aníbal Moreno). Una situación que también arrastró a Gastón 'Chila' Gómez. Quien es el arquero que más veces fue titular en lo que va del ciclo de Fernando Gago en el club vive una situación por demás incómoda. Perdió la titularidad cuando Gabriel Arias estuvo al cien por ciento de la condición (ni más ni menos que en el empate ante Boca en el Presidente Péron). Hoy ‘Chila’ está en Vélez a préstamo.

Gago ha demostrado que no le tiembla la mano para sancionar. Sea quien sea y se llame como se llame, ha salido del equipo. El entrenador siempre privilegió la gestión del grupo por encima de los nombres propios. Y asi manejó a un plantel que pelea hasta el último encuentro el torneo de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).

La gran frustración

En lo deportivo, el equipo de Gago quedó enfocado solo en el torneo local. Pero en las primeras fechas alternó triunfos y derrotas. Entre las victorias, se encuentra la del Clásico ante Independiente del 10 de julio por 1-0 en el Cilindro. Luego, empató con Boca y perdió con San Lorenzo. 

Tuvo una serie de partidos con un corte emocional épico a partir de su derrota ante Estudiantes (cuando se juramentaron pelear hasta la última fecha, mientras estaban a diez puntos de la punta). Racing ganó 7 y empató el restante de los ocho encuentros que tuvo desde ese día y así llegó a la última fecha con chances de campeonar. Pero dependiendo de lo que pase en la Bombonera entre Boca e Independiente. 

La última gran oportunidad le llegó ante River y esperar un favor, de su clásico rival ante Boca para coronarse campeón. Nuevamente el equipo de Gago no dio la talla y si bien estuvo a doce pasos de levantar el trofeo (con auqel penal agónico que Armani le atajó a Galván) falló otra vez y para colmo terminó perdiendo con el 'Millonario'

El fantasma de las definiciones parecía mostrar nuevamente su cara. Pero Racing pudo sobreponerse a la adversidad (como no había podido en aquel primer semestre) y tuvo su premio en el Trofeo de Campeones.

Al final, hay recompensa

Racing se impuso a Tigre por 3-2 en suplementario, tras ir en desventaja por 2-0 y empatar 2-2 en los 90 minutos, y logró el pase a la final de la Copa que había ganado (ente el mismo rival) en 2019. 

Fue un nuevo encuentro donde la épica se hizo presente en el Tomás Adolfo Ducó. En la primera etapa convirtieron Mateo Retegui -de penal- y Facundo Colidio, a los 29 y 38 minutos para el ‘Matador’. Mientras que en el segundo tiempo igualaron para la "Academia" Maximiliano Romero y Jonathan Gómez, a los 13 y 38 minutos respectivamente. y hubo alargue.

En esa instancia Racing mantuvo el dominio de la pelota, aprovechó el resto físico por el hombre de más y a los 12 minutos del segundo tiempo el "Demonio" Gabriel Hauche decretó de cabeza el triunfo de su equipo para llegar al partido decisivo, ante el rival que le había arrebatado el Campeonato y la Copa de la Liga. Se enfrentaban los dos mejores equipos del año en el país, como debía ser.

El equipo de Fernando Gago se llevó el Trofeo de Campeones al derrotar a Boca Juniors por 2 a 1 en el Estadio La Pedrera de San Luis. En un encuentro que debió terminarse a cinco minutos del final de los segundos 15 minutos suplementarios porque los "Xeneizes" se quedaron con seis jugadores al sufrir cinco expulsiones, mientras que la "Academia" había recibido dos tarjetas rojas.

El equipo de Ibarra sacó ventaja por intermedio de Norberto Briasco (a los 18 minutos), mientras que Matías Rojas estableció la igualdad con un disparo desde lejos (a los 22 minutos) para los de "Pintita", ambos durante la primera etapa.

El empate, cuando no, obligó a ponerle épica al triunfo de Racing ya que se dio en el alargue. Cuando transcurrían 12 minutos del segundo tiempo suplementario, a tres de irse a los penales, Carlos Alcaraz le dio el título a Racing tras convertir de cabeza.

El tramo final del encuentro fue con mucha fricción, hubo encontronazos entre varios jugadores de los dos equipos, situación que terminó en escándalo y casi empaña la final entre los dos mejores equipo de la temporada 2022.

Todo empezó con un intercambio de golpes de manos de los colombianos Johan Carbonero y Sebastián Villa, que se fueron expulsados, y tras el gol de Alcaraz los jugadores de Boca le recriminaron que festejara de cara a la tribuna "xeneize".

Otras vez golpes, empellones, insultos, amenazas, y el árbitro Facundo Tello repartiendo tarjetas rojas a diestra y siniestra, que llegaron a cinco para los de Boca, por lo que al tener menos de siete en campo reglamentariamente no podían seguir jugando y el partido se les daba por perdido, más allá de que eso estuviera aconteciendo también en el marcador.

Así, después de Varela y Villa, además del técnico Hugo Ibarra también resultaron expulsados Frank Fabra, Luis Advíncula y Darío Benedetto, éste a instancias del VAR por haber hecho el "clásico" gesto de "arreglo" para que ganaron Racing con el puño derecho golpeando la palma izquierda como símbolo de algún "pago".

Y del lado de Racing, además del mencionado Carbonero también resultaron expulsados Alcaraz por sacarse la camiseta tras su gol y pelearse con sus rivales, y Jonathan Galván que ocupaba un lugar entre los suplentes. Lo mismo aconteció con Carlos Zambrano cuando se encontraba en el banco boquense.

Así, después de ese aquelarre llegó el festejo racinguista con abrazos múltiples con sabor a alivio y reivindicación y la entrega de premios a manos del presidente de AFA y la LPF, Claudio Tapia, que rápidamente debía volver a Buenos Aires para sumarse a la delegación del seleccionado argentino que se embarcará rumbo a otro sueño albiceleste.