En la madrugada del 25 de marzo pasado, tres personas a bordo de un auto arrojaron un trozo de nylon negro con frases amenazantes en la entrada del country Funes Hills Miraflores, donde reside parte de la familia Di María. 

“Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque sino le cagamos matando un familiar. Ni Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos”, rezaba la frase.  

Poco menos de 48 horas más tarde y tras secuestrar el auto, la Policía provincial detuvo Pablo Acotto, de 35 años, y su prima, Sara Gutiérrez, de 23 años, cuando abandonaban un departamento de alquiler temporario y fueron interceptados en Moreno y Rioja por personal de la PFA que trabajaba de encubierto. Una semana más tarde, ambos fueron imputados por los delitos de amenazas calificadas, intimidación pública y portación de arma. 

El acto intimidatorio contra la familia Di María, se dio mientras Ángel disputaba la gira amistosa por Estados Unidos junto a la Selección Argentina. 

Esta tarde, en diálogo con TyC Sports, Leandro Paredes, compañero y amigo del delantero del combinado nacional dio detalles del momento que le tocó atravesar al rosarino tras conocer la noticia: “Estába muy asustado, lo llamaron cerca de las 7 de la mañna. Yo me desperté al rato y estaba casi con lágrimas en los ojos y me contó” y agregó sobre la mentada vuelta a Rosario Central en la segunda parte del año: "Estaba muy ilusionado con volver a Rosario Central, era un sueño que el tenía, pero quizás ahora sea más complicado”.

Sobre el tema, Maximiliano Pullaro, Gobernador de la Provincia de Santa Fé había destacado: “Los agarramos rápidamente, la mayoría de los que cometen este tipo de delitos son fácilmente identificables, pero hay que seguir trabajando” 

Según pudo saber Doble Amarilla, el rosarino espera una propuesta de Benfica para su renovación antes de tomar una decisión final.