La causa judicial iniciada tras las amenazas a la familia de Ángel Di María sigue su curso y este mediodía la Justicia imputó por los delitos de amenazas calificadas, intimidación pública y portación de arma y les dictó prisión preventiva a las dos personas sindicadas por el fiscal como autores materiales. 

Para el fiscal Pablo Socca, el hecho -al que calificó de intimidación pública- buscaba “infundir temor y generar conmoción en la población”. Y enmarcó la intimidación en la coyuntura que atraviesa la ciudad de Rosario desde diciembre, donde se cometieron homicidios de trabajadores y a diario aparecen amenazas al gobierno encabezado por Maximilano Pullaro

Además Socca, a cargo de la unidad de Balaceras del Ministerio Público de la Acusación, sostuvo que ambos cobraron cuatro millones de pesos para realizar la amenaza.

Los imputados son: Pablo Acotto, de 35 años, y su prima, Sara Gutiérrez, de 23 años que fueron detenidos el pasado 27 de marzo en plena madrugada, cuando abandonaban un departamento de alquiler temporario y fueron interceptados en Moreno y Rioja por personal de la PFA que trabajaba de encubierto. 

En el mismo operativo también fue aprehendido –y luego liberado– un chofer de Uber que los trasladaba y que había dejado su celular cargando en el departamento, lo que motivó el secuestro del aparato. En la vivienda, además, había una pistola calibre 22. Tras ser imputados, Acotto y Gutiérrez pidieron cumplir con la prisión preventiva en una carcel federal.