(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Ricardo Rosica, secretario general de Boca, habló en exclusiva con 'Doble Amarilla' luego de la consagración en la Superliga. Destacó el "profesionalismo" de Miguel Ángel Russo y marcó que la obsesión es la Copa Libertadores.

Por otra parte, le restó importancia a los arbitrajes en el desenlace del campeonato y, con chicana incluida, sostuvo que "ya pasó lo de Madrid". "Fue importante, pero también fue importante el campeonato del Nacional B que nosotros no jugamos. Todo pasa. Ganarle un campeonato a River tiene un sabor especial", expresó.

Por último, respaldó el regreso de la Primera División a la AFA y marcó que "el ciclo de la Superliga se agotó el día en el que se fundó". "Nunca tuvo que haber nacido, la AFA nos tiene que nuclear a todos. No tengo dudas de que River va a participar", concluyó en conversación con 'Doble Amarilla'.

- DOBLE AMARILLA: ¿Cómo se han vivido las horas posteriores a la primera consagración de la actual gestión? ¿Imaginaban lograr un título tan temprano?

- RICARDO ROSICA: Sí, no sólo lo imaginábamos y lo deseábamos, sino que trabajamos para eso. Vivimos las horas posteriores relajados, porque hubo un afloje de lo que pasó en los últimos 20 días, entre los viajes y vueltas de Venezuela y Santa Fe, el partido, la presión y el hecho de estar tan cerca de ganar el título. Cuando terminó el partido, aflojamos y descansamos. Me acosté a las 4 de la mañana, todavía me duele el cuerpo. Estamos contentos, que es lo más importante.

- DA: En octubre, Miguel Ángel Russo se marchaba de Cerro Porteño poco después de quedar eliminado de la Libertadores contra River. Antes, también había perdido con River siendo DT de Alianza Lima. Boca lo repescó y, cinco meses después, ganó el campeonato en la úíltima fecha y contra River... ¿qué le aportó al equipo para mejorarlo y lograr la consagración?

- RR: Fundamentalmente, tiró toda su experiencia arriba de la mesa, dio tranquilidad y, sobre todo, le sirvió haber conocido el club en su etapa previa. Eso jugó muy a favor en este momento de su vida, donde está más allá de todo. Se le nota que disfruta el momento, sin perder concentración y profesionalidad. Tiene un cuerpo técnico de excelencia y, además, está el Consejo de Fútbol con Román y los demás muchachos, que son de consulta permanente. Miguel aportó la tranquilidad de haber pasado por el club y la experiencia de todo lo que ha vivido. Convenció a los jugadores, el plantel es competitivo, el que no juega no está enojado y el que juega está concentrado. Esos son los méritos de Miguel.

- DA: ¿Qué le aportó la nueva dirigencia de Boca a un club que terminó convulsionado en 2019?

- RR: Justo hace algunas horas, recibí un mensaje muy lindo de Heber Mastrángelo. Me dijo '¿sabés lo que hicieron ustedes? Le dieron tranquilidad al cuerpo técnico y a los jugadores'. Siento que nosotros nos sumergimos mucho en la parte administrativa, en el día a día del club y le transmitimos la tranquilidad que necesitaban al Consejo de Fútbol y al cuerpo técnico y no nos metimos: no vamos al vestuario, no nos metemos en la cancha, no vamos a los entrenamientos, pero apoyamos todo lo que se hace. La dirigencia está 100% abocada a lo que tiene que hacer: crear y generar ingresos y controlar los egresos. En la parte futbolística, tenemos un equipo de primera. Nos dedicamos a lo que más sabemos y lo que nos gusta, que es el día a día, el club, el socio y la transparencia. Todavía tenemos que ordenarlo mucho más al club, pero creo que le dimos tranquilidad al cuerpo técnico.

- DA: Por supuesto que el título se festeja, pero el objetivo central sigue siendo la Copa Libertadores, ¿no?

- RR: Obviamente, tenemos esa obsesión. Boca está obligado a ganar todo lo que juegue. Si hubiéramos dicho que no íbamos a pelear este campeonato porque pensábamos en la Copa, la gente no lo hubiera tomado bien. Todo lo que Boca juega, lo tiene que ganar, sobre todo si es contra River. El objetivo y el anhelo es ganar la Copa Libertadores después de tanto tiempo, pero todos son objetivos: también queremos llegar a las 48 disciplinas, ampliar el estadio, mejorar el ranking y darle más posibilidades a los adherentes. Cada uno se dedica a lo que tiene que hacer. El campeonato en el medio te da tranquilidad y alegría deportiva.

- DA: Se ha generado mucha polémica por el arbitraje en el partido entre River y Atlético Tucumán. ¿Cree que el arbitraje incidió de manera clave en la definición del campeonato?

- RR: No vi el partido de River porque estaba en la cancha, je. Durante el encuentro, nunca supimos cómo iba River. Escuché y leí el tema en redes y se hablaba de que River se olvidó del planchazo a Pinola y demás. Los arbitrajes aciertan y erran, a veces para uno y a veces para otro. En la cancha, vi dos penales claros. Cuando lo vi en la televisión, dudé. El gol de Borré es finito y el línea tiene que decidir en el momento. Al pasar en limpio con el diario del lunes, te perjudican o no. La realidad es que Boca jugó siete partidos, ganó seis y empató uno. Y nos hicieron un gol. Eso hay que rescatar. A River veía que no le venía sobrando nada, que venía ganando por autoridad, pero hubo partidos que sufrió mucho, como el de Defensa y Justicia. A River le costó en el sprint final y Boca ganó con autoridad. Ellos dependían de ellos, pero yo veía que Boca estaba más fino y confiado, sacando el partido contra Gimnasia. En los primeros 20 minutos, pudimos haber definido el partido. Cuando vino el gol de Atlético Tucumán, nuestros jugadores se apuraron. Más allá de los arbitrajes, creo que somos justos campeones.

- DA: Al ganar el campeonato de esta manera, ¿es una revancha con River de lo ocurrido en Madrid?

- RR: Lo de Madrid fue importante y pasó. También fue importante el campeonato en el Nacional B que nosotros no jugamos. Ya está, ya pasó lo de Madrid. En 1976, ganamos una final con gol del Chapa Suñé y duró cuarenta años. Y pasó, todo pasa. Algún día se volverá a repetir o no lo de Madrid. Esto fue muy importante, ganarle un campeonato a River tiene un sabor especial. Si uno se pone a pensar, este torneo se festejó como el Apertura 92 o el 98' con Bianchi. Hemos ganado la Superliga con Guillermo y con el Vasco y no se festejó como ahora. Yo creo que hubo un desahogo, no por lo de Madrid, pero sí por el punto de ventaja de River. Ese sprint final que tuvimos y haberle ganado el torneo a tu rival en el último partido es espectacular. Nosotros como hinchas de Boca nos tenemos que recuperar rápido de lo de Madrid y pensar en lo que va a venir.

- DA: Se vienen grandes cambios en el fútbol argentino... ¿cómo ve las modificaciones y qué cree del final de la Superliga?

- RR: Hace rato que el ciclo de la Superliga está agotado. A nuestra manera de ver, se agotó el día en que se fundó, nunca tuvo que haber nacido. Fue un tema político para debilitar a una AFA en la que nosotros creemos. Con dirigentes que quieren hacer las cosas bien, la AFA es la federación madre que nos tiene que nuclear a todos y donde los clubes tienen que tener mayor participación. Tenemos que renegociar los contratos televisivos, tenemos que renegociar los contratos de publicidad estática... y todo eso tiene que ser con la participación de los clubes, no con una empresa que digite qué tenemos que hacer. Todos los directivos que componen el Comité Ejecutivo tendrán que ponerse los pantalones largos y trabajar en beneficio de todo el fútbol argentino, no solamente de los Cinco Grandes. Hay que tener torneos competitivos para vender nuestro fútbol al exterior. Hoy no le vendemos el fútbol al exterior, algo está fallando. Por eso hay que tomar cartas en el asunto. Y creemos que la AFA es la organización que nos tiene que llevar. Creo que habrá una reunión esta semana ya definitiva y luego comenzará una nueva etapa.

- DA: Claudio Tapia se juntó recientemente con Rodolfo D'Onofrio, quien no participó de la reunión que tuvo lugar en Cardales... ¿coincide con la mirada del presidente de la AFA de que River debe estar?

- RR: River va a estar porque es una institución importante. Todos tienen sus ambiciones, pero no tengo dudas de que River va a participar también. Va a salir todo bien si Dios quiere. Nuestro presidente Jorge Ameal expresó desde el primer día que no estábamos de acuerdo con el doble comando. En 60-70 días, tuvo la suerte de que lo escucharan y estamos hablando de terminar con la Superliga a poco más de dos meses de que Ameal empezara a jorobar con el doble comando. Creo que es una virtud de nuestro presidente que la AFA nos haya escuchado.