Todos juegan sus cartas con vistas a la carrera por quedarse con la organización del Mundial 2030. La semana pasada, en el Congreso de Conmebol, el presidente de la Confederación Sudamericana, Alejandro Domínguez, hizo un llamado para que FIFA no cometa un “error histórico” e impulse que ese Mundial se realice en Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. Además, reclamó abrir una mesa de diálogo en FIFA para que entre todas las confederaciones se llegue a un acuerdo para que la plaza vaya a Sudamérica y que no haya compulsa entre países. Ahora llegó el turno de la ofensiva desde Europa.

El Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa, aseguró que la candidatura que impulsa su país para el Mundial de 2030 es "única" y que "unirá dos continentes a través del deporte", ya que en su enunciado no excluyó a Ucrania de este proyecto que los lusos tienen en conjunto con España y Marruecos. 

"Como saben, ahora tenemos la ambición junto a España, Marruecos y Ucrania de organizar el Mundial de 2030", destacó el funcionario durante su discurso en el Congreso Ordinario de la UEFA que se está celebrando en Lisboa. Con la adición de los ucranianos, la apuesta pasa por unir "dos continentes, Europa y África, a través del deporte y sus grandes valores".

"No hay mensaje más potente que podamos mandar al mundo que, a través del fútbol y juntos, podemos seguir adelante. Contamos con su apoyo", destacó el Primer Ministro quien a su vez recordó que actualmente "Portugal es uno de los países más seguros y políticamente estables del mundo" y que cuenta “con una larga experiencia en organizar grandes eventos”.

Además de Antonio Costa también intervino el presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), Fernando Gomes. El mandamás del fútbol luso, que no incluyó a Ucrania en el proyecto, clamó por la unidad del continente para poder quedarse con la puja: "No es sólo la candidatura de Portugal, España y Marruecos, es nuestra candidatura, la de una Europa unida", sostuvo Gomes.

La carta que jugó Sudamérica

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, comenzó enérgicamente su nuevo período como mandamás del fútbol sudamericano. Y lo hizo ni más ni menos que solicitándole, tal como adelantó Doble Amarilla en exclusiva, a Gianni Infantino, presidente de FIFA, que la candidatura sudamericana sea ungida directamente para organizar el Mundial 2030, edición donde se cumplirán 100 años.

Ante su par de la FIFA, invitado para el Congreso de CONMEBOL que se celebra en Asunción, Alejandro Domínguez le pidió al mandamás del fútbol mundial que el organismo cumpla con la historia: “El fútbol siempre nos mostró que nos une. Presidente Infantino, quiero apelar a proponerte, a encontrar juntos un camino para celebrar los 100 años del fútbol”, sostuvo Domínguez.

"No es la Copa del 2030, esta es la Copa Centenario. Gianni, la vida te dio la suerte de que seas vos el presidente. Tenemos un momento histórico. Si hablamos y nos juntamos tenemos la oportunidad de que la FIFA se luzca. Queremos el Mundial porque tenemos que honrar la historia, nos estamos preparando y vamos a estar listos", destacó Domínguez quien se dirigió directamente y en primera persona a Infantino, invitado al Congreso de la Confederación Sudamericana, en tierras paraguayas.

Para mencionar un ejemplo histórico de lo que asevera una injusticia deportiva, Domínguez se refirió a la designación de Atlanta como sede de los Juegos Olímpicos que celebraba su centenario, en desmedro de Atenas sede de la cita de 1896: “Anoche reflexionaba que es importante aprender de la historia y de los errores de la historia. Que la FIFA y nosotros no cometamos el error de los Juegos Olímpicos” recordó el Presidente de CONMEBOL. 

La estrategia de Conmebol es apelar justamente a la historia sabiendo que si UEFA y Africa votan en bloque por una candidatura de España, Portugal y Marruecos quedarían a nada de poder conseguir el Mundial. Hoy se necesitan 107 sufragios y entre ambas confedereciones tienen 99 votantes. A eso hay que descontar que las asociaciones candidateadas no pueden emitir voto. Es cierto que entre Africa hay diferencias y los países del norte tienen diferencias con algunas asociaciones del sur de Africa y ahí podría haber una fractura, aunque suena poco probable. Es por eso que desde Sudamerica se apuesta a evitar un “error histórico”.