Muchas veces hay que ser y parecer dice un viejo axioma que CONMEBOL supo poner en práctica. Luego del ya archiconocido FIFA Gate que tuvo a múltiples ex dirigentes condenados por corrupción oriundos de estas tierras, la gestión de Alejandro Domínguez tuvo la misión de cambiar la imagen ante el mundo y volver a posicionarse en el aspecto mundial con un eje central en Estados Unidos.

Desde su asunción, implementando diferentes cambios, auditorias y reglas de transparencia, junto a la colaboración irrestricta con la Justicia del país norteamericano, pasó de ser culpable a víctima de una etapa oscura. Sin ese giro contundente, sería imposible el presente de hoy en el que el fútbol sudamericano vuelve a insertarse a quizás el mercado más interesante para este deporte a nivel mundial.

Todo comenzó allá por 2016 cuando con el lema "Conmebol Cuentas Claras", Domínguez dio un pantallazo del calamitoso estado en que encontró la Confederación "sin dinero" y sin registros, al punto que hubo que hacer auditorías contables, fiscales, de corte y la forense, que es la que investigó "20 mil documentos" que determinaron el alcance y los responsables de los hechos de corrupción que se destapó con el FIFAGATE. 

Los tres presidentes de la CONMEBOL que lo precedieron, sus compatriotas Nicolás Leoz y Juan Ángel Napout, y el uruguayo Eugenio Figueredo estuvieron detenidos y fueron juzgados por la Justicia estadounidense por dichos desarreglos económicos. Al igual que los dos últimos secretarios generales, los argentinos Eduardo Deluca y José Luis Meiszner.

En aquel momento, todos esos papeles fueron a parar al Departamento de Justicia de Estados Unidos en una clara muestra de colaboración y sobre todo, esa Conmebol eligió al estudio Quinn Emmanuel, auditor de FIFA, y a la firma Ernst & Young para hacer la auditoría forense dentro la Confederación Sudamericana.

Los diferentes expedientes e investigaciones internas y externas fueron encontrando a los culpables, pero sobre todo, limpiando la imagen de la nueva CONMEBOL: “El futbol sudamericano es la víctima mayor, tenemos que reconocer y conocer cuál fue la historia, qué pasó y quiénes fueron los responsables de lo que pasó” declaraba en 2019 el propio directivo.

En cuanto a cifras, CONMEBOL ha recuperado u$s 130 millones por medio de auditorías forenses y procesos judiciales, principalmente gracias a la colaboración de la justicia de Estados Unidos (u$s 70 millones) y Suiza (u$s 57 millones). El organismo sostuvo que la devolución de la millonaria suma se produjo gracias a la estrategia legal impulsada por la dirección jurídica de la institución.

La Conmebol aumentó sus ingresos de u$s 99 millones en 2014 a u$s 511 millones en 2023, gracias a la implementación de cambios que combaten la corrupción y la transparencia en la comercialización. También logró certificaciones, premios y aumentó los premios en competiciones de fútbol. Todo esto con el objetivo de blindar al deporte y fortalecer el fútbol en Sudamérica.

Este camino de transparencia, le valió que la OEA pusiera de ejemplo al ente dirigido por el dirigido porDomínguez en su lucha contra la corrupción. Además, destacó que es la única confederación en llevarla a cabo. Todo esto no es casualidad y ha generado un giro en la visión que el mercado estadounidense tiene sobre el fútbol sudamericano.

En el 2016, también en el marco de la de la CONMEBOL Copa América en su primer edición en USA, cuando recién comenzaba la gestión Domínguez, ya tuvo presencia en la Bolsa de Valores de Nasdaq de Estados Unidos. El camino siguió con diferentes convenios, sponsors, torneos, vínculos personales y se terminó de cerrar con el broche de oro: La realización de la Copa América el próximo año y en un gesto que habla por si solo, Domínguez fue invitado con honores al mítico lugar de negocios llamado Wall Street en el país del norte para “tocar la campana”.