La puesta en escena del reimpulso de la candidatura sudamericana para el Mundial 2030 exige a partir de hoy un trabajo que vaya más allá del valor romántico del regreso tras 100 años de Copas del Mundo al lugar donde todo comenzó. En ese sentido, los cuatro países involucrados -Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile- acordaron crear un Comité de la candidatura con grupos de trabajo para seguir avanzando.

Con Uruguay como anfitrión en la antesala de la conferencia de prensa, se acordó que este Comité de la candidatura estará integrado por las cuatro representaciones gubernamentales en el ámbito deportivo junto con las cuatro federaciones de fútbol de cada país, además de un Director Ejecutivo que aportará la comitiva 'charrúa' para las funciones más operativas de este "sueño sudamericano".

Todos los integrantes de este proyecto faraónico son conscientes que, para poder intentar competir con la propuesta ibérica de España y Portugal, necesitan mucho más que apelar al romanticismo del fútbol y al valor histórico.

Para la próxima semana está programada una reunión por Zoom de este Comité que comenzará a trabajar en dos áreas específicas: una jurídica-institucional para cumplir con los requisitos de presentación de la candidatura ante FIFA y otra ecónomica-financiera para buscar fondos que permitan proyectar las obras de infraestructura tanto en los estadios como en las áreas complementarias como podrían ser hotelería y medios de transporte.

Tweet de Alejandro Domínguez

Con respecto al financiamiento, ya se empezaron a establecer vínculos con algunos organismos multilaterales de crédito y bancos internacionales, con la CAF (Corporación Andina de Fomento) como uno de los primeros que mostró interés en participar, para buscar sustentar este sueño en viabilidad económica.

La intención es no hablar de sedes -a pesar que España y Portugal ya ratificaron sus 15 escenarios- porque pretenden que cada paso tenga repercusión mundial y de sensación de avance en el proyecto.

"Tenemos que ser y parecer. Además de este valor simbólico tenemos que lograr que cada paso que demos de una sensación de firmeza y convencimiento de que somos la mejor opción para 2030. Tenemos un rival confirmado durísimo y podrían aparecer otros nuevos", le confiaron desde el futuro Comité a Doble Amarilla.

Los sueños están para cumplirse pero estos megaproyectos para no quedarse en ilusiones en el aire necesitan tener sustento económico, político y apoyo social. Desde ahora el gran objetivo será construirlo en una carrera que parece larga pero ocho años no son tantos para este tipo de propuestas.