Este mediodía en Uruguay, más precisamente desde el Museo del Fútbol, importantes figuras político-deportivas se hicieron presentes para reimpulsar la candidatura conjunta entre Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay para ser organizadores del Mundial 2030.

En representación de nuestro país, estuvieron presentes Marcelo Achile y Rodolfo D Onofrio, ambos vicepresidentes de AFA, quienes suplieron a Claudio Tapia que se encuentra en la L 'Alcudia (España) acompañando al Seleccionado Juvenil argentino. Otra de las caras visible fue la de Matías Lammens, ministro de Turismo y Deportes de la Nación.

Entre los más destacados, además del presidente de la CONMEBOL Alejandro Domínguez, formaron parte de la jornada Robert Harrison (Presidente Asociación Paraguaya de Fútbol), Ignacio Alonso (Presidente Asociación Uruguaya de Fútbol) y Pablo Milad (Presidente ANFP de Chile), como así también el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou y los diferentes Ministros de Deportes de cada país.

Luego de las fotos de rigor y ya cercano al mediodía, se llevó a cabo una sesión de trabajo sobre diferentes tópicos entre los que se destacaron cuestiones logísticas, organizativas, posibles traslados y un tema fundamental: los estadios. En el caso de Argentina, por su capacidad de infraestructura, tendría un papel fundamental. Además, según pudo saber Doble Amarilla, será a mediados de 2023 cuando el "proyecto" esté terminado y se haga la presentación formal ante la FIFA.

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El día finalizó con una conferencia de prensa donde el presidente de CONMEBOL, Alejandro Domínguez fue uno de los oradores en donde destacó la chance de llevar a cabo el proyecto, como así también el planteamiento que hará ante Gianni Infantino. "La posibilidad de la apertura de Uruguay, luego Argentina, Paraguay y Chile, es el sueño de un continente. Sudamérica entiende que el fútbol tiene que reconocer y no disputar. Habrá más mundiales, pero 100 años se cumplen una vez y se debe volver a la casa", manifestó.

La candidatura sudamericana cuatripartita representa un hecho histórico y ante las consultas, el propio Domínguez especificó sus beneficios: "En 1930 eran 12 países más el anfitrión, eso fue modificándose a lo largo del tiempo. Por el efecto expansivo del fútbol, del deporte rey, después fueron 24, 32 y ahora 48. Pensar que un solo país pueda ser anfitrión de 48 delegaciones con la cantidad de turistas y todo lo que conlleva es casi inhibitorio”.