(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El fútbol de Portugal se vio atravesado por un hecho vergonzoso. Ocurrió en Vitoria Guimaraes-Porto (1-2), partido de la Primeira Liga. Corrían 68 minutos cuando Moussa Marega se vio en la necesidad de abandonar el campo de juego por los insultos racistas de los hinchas locales.

Pese a que terminó siendo sustituido, lo más grave no fueron los cánticos: lo peor fue que el árbitro amonestó al delantero maliense y tanto los rivales como sus compañeros intentaron convencerlo para que siga en el partido. Dejó el campo por los gritos de su antigua afición con los pulgares hacia abajo y lanzando una silla a las tribunas.

Pasado el mal trago, Marega expuso se enojo en las redes sociales: "Me gustaría decirles a esos idiotas que vienen al estadio a hacer gritos racistas... que se jod**n. También agradezco a los árbitros que no me hayan defendido y me hayan sacado una amarilla por defender mi color de piel... Espero no encontrarte más en un campo de fútbol. Eres una vergüenza", dijo sobre el juez. Papelón.

Vergüenza en Portugal: un jugador tuvo que abandonar un partido por cánticos racistas