Los problemas impositivos no sólo los tiene Messi en España. Ahora, a menos de 24 hs de que el mundo futbolístico se viera conmovido por la firmeza del fallo de 21 meses de prisión al rosarino por evasión, la Agencia Tributaria española considera que el ídolo del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, defraudó en alrededor de 15 millones de euros, entre 2011 y 2014, al estado. Ahora falta definir si esos hechos revisten carácter penal. El futbolista regularizó su situación con el fisco y pagó una fuerte suma de dinero por aflorar los fondos que tenía en Islas Vírgenes.

Hacienda ha remitido el expediente sobre el delantero a la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid. En el informe concluye que el jugador cometió un delito fiscal y solicita que la fiscalía proceda judicialmente contra el goleador blanco. Cristiano Ronaldo resguardó sus ingresos por derechos de imagen en varias empresas de Islas Vírgenes desde 2009, cuatro meses antes de llegar al Real Madrid. El delantero decidió regularizar su situación fiscal a raíz de que Hacienda comenzó una campaña de inspección sobre el dinero de los futbolistas. Cristiano ha sido inspeccionado por los ejercicios de los años 2011, 2012, 2013 y 2014.

El deportista declaró todo su dinero en el exterior, tiempo antes de que Hacienda se fijara en sus movimientos monetarios, en la declaración fiscal del año 2014. La Agencia Tributaria considera que el jugador incurrió en un delito fiscal agravado por la trama de simulación para ocultar sus ingresos sujetos a impuestos.

Los más de ocho millones supuestamente defraudados por el portugués son la diferencia entre lo que tributó por aflorar su dinero en paraísos fiscales y lo que los cálculos de los inspectores de Hacienda dicen que tenía que haber pagado realmente por hacer legal su fortuna en el exterior. Solo en Islas Vírgenes se calcula que tiene acumulados 150 millones de euros procedentes de los derechos de imágenes. 

Cuando Cristiano Ronaldo aterrizó en el Real Madrid se acogió a las ventajas fiscales que en ese momento otorgaba la llamada ley Beckham (por el jugador inglés que fichó el Real Madrid): gracias a este régimen, que dio a los clubes españoles una enorme ventaja en los fichajes, los galácticos tributaban en el impuesto de la renta por todo lo que cobraban al año de rendimientos de trabajo: al tipo mínimo del 24%. Pero esa ley estuvo vigente hasta 2009 y cambió en 2010. 

Eso se aplicó desde entonces sólo a quienes cobraban menos de 600.000 al año, una cifra muy inferior a la que ingresa casi por cualquier concepto una estrella del fútbol.

Según los especialistas impositivos españoles, Ronaldo corre peligro de sufrir una condena de prisión de entre 15 meses a 5 años.