El 21 de agosto del año pasado, la vida de Jenni Hermoso dio un vuelco de 180 grados. Cuando en plena coronación junto a sus compañeras tras haberse campeonas del mundo en Australia y Nueva Zelanda fue manoseada y besada en el podio y delante de todo el público presente por el entonces Presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. 

La actitud y los actos de Rubiales le valieron ser sancionado por la FIFA e inhabilitado para seguir ejerciendo para luego renunciar a la cada madre del fútbol español acorralado por una ola de denuncias por parte de diferentes entes deportivos ibéricos y del resto del mundo. Hoy, el dirigente afronta un proceso penal que está en plena etapa de instrucción y que tiene a Hermoso como víctima.  

A casi cinco meses del inicio de este tortuoso camino, Hermoso brindó su primera entrevista en televisión y dio detalles de las amenazas que le tocó recibir durante este período. 

“Lo más fuerte que me han dicho ha sido 'como te vea por la calle te apuñalo'. También me han deseado que me rompa las rodillas, me han insultado... Y eso es difícil de gestionar” y añadió: "Yo me imagino a esa persona que me está insultando que está en el baño cagando. Entonces, yo lo que hago es leerlo cuando también estoy en el baño".

Luego Hermoso se refirió al reclamo por mejoras salariales que llevaron adelante las futbolistas y explicó: “Una de las jugadoras que más puede cobrar es alrededor de un millón de euros al año” y dijo: “Nunca hemos dicho quiero cobrar como Leo Messi, sólo queríamos unos mínimos, que una jugadora tuviese un salario mínimo anual que le permitiera vivir del fútbol. Hay muchas jugadoras que trabajaban por la mañana y luego entrenaban por la tarde. Creo que somos muy pocas las privilegiadas, porque me incluyo, que podemos vivir del fútbol, pero hay muchas jugadoras que hace un año o dos tenían que compaginar su trabajo con el fútbol y ahora tienen un salario mínimo”.

Para sentenciar: “A mí me da mucha rabia que siempre se ha dicho que somos caprichosas, que somos egoístas, que nos vemos por encima del hombre. Creo que pedimos lo mínimo para poder rendir y ser futbolistas”.