Corrían los primeros días de agosto de 2023 cuando el “portazo” de Roberto Mancini a la dirección técnica de la Selección Italiana retumbó en todo el mundo del fútbol. Tras quedar afuera del Mundial 2022, el experimentado entrenador dejaba su cargo de manera intempestiva. 

Dos semanas más tarde, el propio Mancini se hacía cargo de la Selección de Arabia Saudita y desde la Federación Italiana, con Gabriele Gravina a la cabeza, evaluaban seriamente iniciarle una demanda por “daños y perjuicios”. 

“Ayer nos vimos (Con Mancini) en la cena de gala de la Ryder, pero sólo nos saludamos con el principio de respeto y educación que es fundamental en el mundo civil y deportivo” decía Gravina por aquel entonces pero aseguraba “Mancini me ha traicionado”. 

Lo cierto es que Arabia Saudita fue eliminada, hace algunas horas, de la Copa Asia a manos de Corea del Sur y Mancini abandonó el campo de juego sin que el equipo coreano hubiese pateado todavía el último penal que a la postre definiría la serie. Ante esta situación, el Presidente de la Federación Saudita de Fútbol, ​​Yasser Al-Misehal, subrayó en una entrevista: "la salida del entrenador es completamente inaceptable". 

En medio de todo este revuelo, Gravina apareció nuevamente en público y al ser consultado sobre el DT aseguró: “Hablamos a menudo , nunca he discutido con él” y ante la repregunta sobre la sorpresiva renuncia, el dirigente apeló a la ironía y dijo: “No se fue por el dinero sino por las temperaturas”.