(Especial desde Montevideo) El conflicto empezó en diciembre 2016. Allí, los jugadores comienzan a intentar un diálogo con la Mutual y le piden mejorar algunas cuestiones. Entre ellas, el derecho de imagen, que ellos sienten que no está correctamente negociado. Este requeriemiento llega, sobre todo, a instancias de información que ellos consiguen a través de los jugadores de la Selección Uruguaya, en especial Diego Godín y Diego Lugano. Ellos les hicieron ver a la mayoría de los jugadores del futbol local que tenían en el derecho de imagen un negocio que podía mejorar las condiciones económicas de quienes juegan en el fútbol local, que no estaba siendo bien defendido por la mutual, y que había mucho más dinero y posibilidades para poder generar para los jugadores de fútbol.

Se trató de lograr que la Mutual cambie el contrato con Tenfield, que mejore el dinero que toca para los jugadores. La Mutual, en cambio, adopta un camino distinto y no lleva adelante la iniciativa de los jugadores. Automáticamente, estos empiezan a apartarse y empiezan a generar un movimiento charlando con todos los planteles, le dicen que está mal negociado el contrato y que el dinero es de ellos. Asi nace "Más Unidos que Nunca" (MUQN).

Se trató de un “conciencia colectiva” en los jugadores que se agruparon en el colectivo MUQN. Los planteles acompañan a Lugano y Godín y a varios jugadores que empezaron a intentar convencer a la mutual que había que renegociar el derecho de imagen. 

A raíz de ese conflicto, la medida de fuerza fue detener el fútbol, hasta que haya una asamblea y se acate lo que en ella se resuelva. Comenzaron a salir voces de todos lados. La Mutual salió a cruzar a MUQN y les advirtió que no se iba a ir, al mismo tiempo, comenzaron las negociaciones para tratar de levantar la medida. 

Como negociantes aparecieron en el escenario muchas personas, pero eso integrantes de MUQN no reconocieron jamás a los intermediarios o mediadores y que están vinculados como parte de los directivos de la Mutual, incluso apareció José Mujica para generar conversaciones, y también fue descartado porque Enrique Saravia, presidente de la Mutual está en una lista de él. Apareció la Comisión de Deportes del Parlamento, pero los diputados hablaron mucho pero hicieron poco. Los jugadores de MUQN aceptaron el pedido de juntarse, pero pidieron que primero se levanten las denuncias penales que hicieron los directivos de la Mutual sobre algunos jugadores, ya que consideran eso una irregularidad.

La directiva de la Mutual realizó denuncias penales a sus agredidas por este movimiento y eso agravó todo. Los integrantes de MUQN esperaban que esto suceda para empezar a reunirse, pero la Mutual decidió no hacerlo y eso abortó todas las negociaciones. 

Estamos en foja cero. Los negociadores no resolvieron nada, ni las partes han cedido en nada. Sigue todo radicalizado. Los directivos de la Mutual no van a levantar denuncias, ni pretenden acatar ninguna asamblea. Y los jugadores en MUQN deciden no varias su posición hasta tanto se produzca esa asamblea y se levanten la denuncias.

Hoy se reúnen los clubes, porque no hay actividad y los sueldos se siguen pagando cuando no hay competencia, pierden plata. La AUF que es el patrón tiene un incumplimiento de sus contrapartes en el convenio entre Mutual y AUF porque los jugadores se niegan a jugar, aunque la AUF no está incumpliendo nada. Sin fútbol, sin solución a la vista, sin negociación, parece ser que la única solución es la asamblea. 

Allí se reunirán todos los agremiados, los jugadores nucleados en MUQN van a pedir la renuncia de Saravia y su directiva en la Mutual, entienden que han cometido irregularidades y no se sienten representados por ellos. Además hay muchos clubes atrasados con el pago de salarios y la Mutual no aprieta. Saravia, por su parte, dice y cree que hizo todo bien. Los resultados de la Asamblea van a determinar lo que suceda, el tema es que aunque sea voluntad de la asamblea que la conducción renuncie, nada hace pensar que lo harán y eso continuará el conflicto.

El fondo de todo esto es que los jugadores han decidido reivindicar los derechos que tienen. Ahora empezaron por la Mutual, en una guerra contra la empresa Tenfield, a la que quieren sacar del fútbol uruguayo, correrla del negocio de la TV, apoyados por futbolistas uruguayos de selección, que deben tener otras empresas detrás que los apoyan a ellos.

Es un tema comercial en el fondo, La batalla es la Mutual, pero la guerra es más grande: la guerra es la televisión de los partidos, los derechos de imagen. Los jugadores no están de acuerdo con que quién se lleva el negocio sean los empresarios, cuando los sueldos en el fútbol uruguayo son bastante bajos y ni siquiera los cobran. Ese es el real conflicto en el  fútbol uruguayo.