(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Josep Maria Bartomeu presentó su dimisión a la presidencia del Barcelona en una reunión de Comisión Directiva de este martes. El resto de los directivos acompañaron esta decisión y todos dieron un paso al costado.

El ahora ex presidente buscaba postergar la moción de censura contra él hasta mediados de noviembre. Con una carta dirigida a la Generalidad de Catalunya, Bartomeu solicitó la prórroga pero, sin embargo, según medios españoles, no hubo lugar para el pedido. Las autoridades catalanas, por su parte, dieron el visto bueno para la realización de la votación el 1 y 2 de noviembre.

Este lunes, Bartomeu había demostrado una postura más rígida y había asegurado que no tenía "motivos para dimitir". "Nadie está intentando paralizar nada. ¿Dimitir? Cuando tengamos la respuesta de la Generalidad convocarenmos a la Junta", expresó.

Fueron varios los factores que empujaron a su dimisión: el más resonante fue el famoso burofax y la guerra con Lionel Messi. Además, se suman la delicada situación económica del club, los malos resultados deportivos y la moción de censura, que obtuvo más de 16 mil firmas.

Una junta gestora se hará cargo de la gestión del club hasta las elecciones, que deberán realizarse antes de que se cumplan tres meses (inicialmente, pactadas para marzo). Estará a cargo Carlos Tusquets, un empresario que cuenta con un Doctorado en Economía de la Universidad de Barcelona y se desempeñaba como responsable de  la Comisión Económica.

Bartomeu asumió su cargo como presidente el 23 de enero de 2014, luego de la renuncia de Sandro Rosell. Los buenos resultados deportivos de la temporada 2014/15, cuando el equipo blaugrana obtuvo el triplete de Liga, Champions League y Copa del Rey hicieron que triunfara en las elecciones de julio de 2015.

En conferencia de prensa, Bartomeu explicó por qué su salida se da en este momento y no tras la eliminación de la Champions, momento en el cual comenzaron los cuestionamientos. "Después de la eliminación en Champions lo más fácil era irse, pero había que tomar decisiones. Se tenía que hacer en medio de una crisis mundial sin precedentes. No lo podía hacer una gestora con funciones limitadas. ¿Quién habría fichado un nuevo técnico?, ¿quién habría defendido la continuidad de Leo Messi?", indicó.

"Dimitimos sin cumplir las medidas económicas de reducir gastos y de incrementar ingresos. Espero que se finalice el proceso de adecuación de los sueldos de los jugadores, si no, se entraría en una situación muy grave", señaló.