El afamado representante de futbolistas Mino Raiola falleció la semana pasada por una enfermedad pulmonar que lo aquejaba hace tiempo y la principal cuestión, desde lo profesional, pasaba por resolver quién se quedará a cargo de la empresa e imperio multimillonario del agente con más de 20 años en el mercado.

El tiempo es voraz y a la vuelta de la esquina uno de los veranos más prometedores de los últimos años en cuanto a intercambios de futbolistas, entre los que destaca una figura sobre el resto: el noruego Erling-Braut Haaland, futbolista representado por esta compañía y cuyo futuro es una incógnita. Por eso, Rafaela Pimenta ha heredado directamente el negocio que levantó el italoneerlandés, según confirmó a EFE la italiana Enrica Tarchi, trabajadora de la empresa ‘One Sarl’.

La brasileña es casi una desconocida para el gran público del fútbol. No tiene redes sociales y tiene un perfil muy diferente al de Raiola, que era de hacer declaraciones controvertidas y hasta políticamente incorrectas.

Ambos se conocieron en Brasil hace 20 años y trabajaron en la compañía que fundó el representante, aunque ya en la última temporada, la abogada experta en Derecho Internacional, se ocupó de grandes negociaciones como la del francés Paul Pogba, además de la anteriormente mencionada de Haaland. La abogada brasileña fue la única persona con la que Raiola compartió los derechos de su empresa y todavía está por ver cuál será el papel de los hijos y el sobrino de Raiola en la empresa, todavía muy jóvenes para heredar el negocio.

Absolutamente todo quedará en manos de Pimenta. Los fichajes, las comisiones de los futbolistas y las de su nuevo imperio. Los más importantes de dicho espacio, sus jugadores, Raiola los defendió a capa y espada y consideraba sus hijos.

Pimenta está ante el reto más difícil de su carrera profesional: el de suplir a una leyenda como Mino Raiola en una empresa creada y hecha a su imagen y semejanza.