Dos hinchas de River y Boca fueron inhabilitados por cuatro y dos años, respectivamente, para concurrir a las canchas de la Ciudad de Buenos Aires, por hechos discriminatorios durante partidos de la Copa Libertadores de América. 

A través de una resolución del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, firmada por la subsecretaria de Seguridad Ciudadana y Orden Público, Elizabeth Caamaño, se impusieron estas sanciones. 

La pena mayor, que impedirá por 48 meses la concurrencia a las canchas porteñas, recayó en Gustavo Sebastián Gómez, a quien el 13 de abril último personal de la División Investigaciones de Conductas Delictivas de la Policía de la Ciudad labró acta por discriminación, provocación y arrojar cosas o sustancias, en este caso una banana, en claro mensaje discriminatorio, durante el partido entre River y Fortaleza, de Brasil.

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Vale mencionar que la sanción se enmarca en la Ley 5847, de Régimen Integral para Eventos Futbolísticos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, texto consolidado por ley 6.347, según le confiaron a Doble Amarilla fuentes judiciales. 

Luego de lo sucedido, River lo suspendió y la CONMEBOL le aplicó una dura sanción a la institución que comprende una multa de U$S 30 mil.

Tras la pena impuesta por la Comisión Disciplinaria de Conmebol por el socio que cometió actos de racismo, River anunció que apelará la medida, argumentando que actuó con celeridad y que no es responsable. Además, según pudo averiguar Doble Amarilla con fuentes de la dirigencia, iniciarán una querella contra el hincha racista para que se haga cargo económicamente de la multa.

Por su parte, Leandro Germán Ponzo, hincha de Boca, fue sancionado con 24 meses de impedimento de asistencia a los estadios de la Ciudad.

Tweet de Fútbol y Política

El aficionado argentino fue denunciado por los propios hinchas brasileños después de que hiciera gestos racistas y emulara un mono en el estadio Neo Química Arena de la capital paulista, que también fueron capturados en fotos y vídeos que circulan en las redes sociales.

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El hincha fue detenido durante el entretiempo del partido y fue trasladado desde el puesto de comando de la Policía Militarizada localizado en el interior de estadio a una comisaría de la Policía Civil, donde las autoridades lo denunciaron por injuria racial, un delito cuya pena podría llegar a tres años en Brasil, además del pago de una multa.

En el comunicado, el Corinthians repudió el suceso y destacó la importancia de la lucha por un "fútbol sin odio". "El Corinthians repudia todo y cualquier acto de racismo y discriminación y agradece a la Policía Militarizada por la eficiencia en el apoyo prestado. Ese hecho solo refuerza la importancia de nuestra lucha por un fútbol sin odio", concluyó el club en la nota.

Ponzo recuperó la libertad días después tras el pago de una multa de R$ 3.000 (alrededor de U$S 600). No obstante, quedó imputado bajo el delito de injuria racial, que prevé entre uno y tres años de prisión. 

De esta forma ambos involucrados serán incluidos en la lista del derecho de admisión en el programa Tribuna Segura, a cargo del Comité de Seguridad en el Fútbol.