El volante de San Lorenzo, Néstor Ortigoza, figura en el último partido tras entrar desde el banco y marcar el gol de penal frente a Vélez, fue condenado hoy a dos años y dos meses de prisión "de ejecución condicional" por "amenazas coactivas" contra un exjefe de seguridad del plantel en 2015. Sin embargo, no irá a la cárcel.

La sentencia fue emitida por el Juzgado Correccional 2 de los Tribunales de Morón, provincia de Buenos Aires. El juicio se había iniciado el 3 de septiembre y se cerró hoy con la sentencia de dos años y dos meses de prisión condicional para el jugador, además del pago de las costas procesales.

El hecho juzgado ocurrió el 15 de julio de 2015, "cerca de las 13.30 horas, en la arteria Del Mangrullo número 750 de la localidad de Villa Udaondo, partido de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires".

La Justicia determinó que Ortigoza amenazó a Mauricio Argañaraz, entonces jefe de seguridad del plantel profesional del 'Ciclón' y a quien en teoría el jugador le había dado dinero para el pago de las patentes de su auto particular. Lo que la Justicia no pudo probar, a pesar de la denuncia de Argañaraz, fue la existencia de armas de fuego en la amenaza.

Más allá de la condena que sentenció hoy el tribunal de la localidad de Morón, el volante de San Lorenzo no irá a la cárcel por dos motivos: la pena es menor a los tres años y es su primera condena. Sin embargo, Ortigoza deberá cumplir con una serie de reglas de conducta para mantener la libertad. 

Por dos años y dos meses, el futbolista azulgrana deberá fijar residencia ante los Tribunales -comunicar dónde vive y cualquier cambio ante la Justicia- y "someterse al cuidado del Patronato de Liberados", institución que vigila el cumplimiento de las reglas. Por último, tampoco podrá tener acercamiento ni ningún tipo de contacto con el denunciante.