Nuevamente Unión tiene un episodio de pintadas y rechazo a la Comisión Directiva. Como ha sido habitual en este año, algunas paredes del club (en este caso, las de la Sede) aparecieron con inscripciones de insultos y pedidos de renuncia de la directiva del club, encabezada por Luis Spahn, el polémico presidente de la institución.
Los mensajes que se fueron dando durante los últimos meses han sido tan claros como repetidos. Siempre se apunta a la cúpula dirigencial, e incluso con nombres propios. El cargo que les atribuyen es que se ocupan más de la rosca de la AFA, en donde militan desde hace meses en busca de un espacio de poder, que de la campaña del equipo. Y ahí entonces rugen las críticas contra apellidos como los de Lamas, Más, Martín, Zin y Piazza, dirigentes que ocupan altos cargos en la institución albirroja. A ellos les apuntan, junto a Spahn. Con toda previsibilidad, la CD reduce estas manifestaciones anónimas a “cuestiones políticas internas del club”.
Una vez descubiertas las pintadas, de inmediato empleados del club realizaron los trabajos para taparlas. Pero si el clima sigue tan tenso como hasta ahora (de la mano de un mal presente futbolístico), nadie garantiza que los mensajes anónimos no regresen en breve. Continuará. ¿Continuará?