España debutará mañana ante Suecia en condición de visitante en la Nations League. Sin embargo, poco importa el duelo entre dos de las potencias del fútbol femenino si las jugadoras ibéricas encabezan hace casi veinte días un reclamo formal contra su propia Federación después del escandaloso comportamiento del ya ex Presidente Luis Rubiales. 

Hoy, dos de las referentes del seleccionado, Irene Paredes y Alexia Putellas comparecieron ante los medios y dieron su versión de los hechos.

Cruda en su relato, Paredes sentenció: “El otro día no queríamos venir. Habíamos decidido tras diversas conversaciones que no podíamos venir, que no era el momento y fuimos obligadas a venir. Vinimos obligadas y aceptamos tener unas reuniones. A partir de ahí tomamos la decisión de quedarnos. Entre las cosas que se acordaron fue no ser sancionadas y tomamos la decisión de quedarnos no por estar a gusto sino porque es lo que tenemos que hacer para que los acuerdos y esto avance”. 

Para luego asegurar: “Tenemos el altavoz para poder hacerlo, pero tenemos muchas compañeras, mujeres en sus trabajos y en sus vidas, que están sufriendo casos similares y queremos que esto pueda ser un punto de inflexión donde puedan levantar la voz y erradicar todo tipo de situaciones como las que han pasado”, apuntó.

En la previa al duelo en el Gamla Ullevi de Gotemburgo, en la rueda de prensa no se habló de fútbol, como quieren poder hacer las jugadoras, “cansadas” aunque dispuestas de una lucha en la que se han sentido ‘solas’. “Estamos cansadas, se nos puede ver en las caras, llevamos varias semanas durmiendo muy poco. Lo único que queremos es jugar al fútbol en unas condiciones dignas y que se nos respete. Hasta ahora no ha sido posible, porque estábamos demandando cambiar cosas para que las jugadoras solo se dediquen a jugar y no tengan que estar pendientes de si el sistema funciona o no”, dijo.

En el mismo sentido, Putellas sostuvo: “Ni ponemos ni quitamos a nadie, nunca hemos pedido la destitución de nadie. Nosotras siempre vamos de cara, luchamos por un fútbol transparente y no podemos no serlo”, afirmó.

“Hemos trasladado inquietudes y conceptos con los que el vestuario no acababa de sentirse cómodo, trasladando toda la información a la persona adecuada, pero el entrenador y el director deportivo era la misma persona (Jorge Vilda). Nosotras siempre vamos de cara, luchamos por un fútbol transparente y no podemos no serlo nosotras”, dijo.

Y luego realizó una cronología de los hechos: “Nosotras veníamos reclamando que nos escucharan durante bastante tiempo, estábamos detectando, sabíamos ya, que había durante demasiadas décadas una discriminación sistemática con el fútbol femenino. Tuvimos que pelear muchísimo para ser escuchadas, eso conlleva un desgaste, un desgaste que no queremos tener, porque lo que nos preocupa es ganar”, aseguró.

“Pero lo que pasó en la final y en la posterior asamblea (de la RFEF) fue la gota que colmó el vaso y dijimos que no podía suceder, que no podíamos continuar por ese camino. En esa situación teníamos que decir que tolerancia cero, por Jenni (Hermoso), por nosotras, y que marcáramos un precedente. La reunión de Oliva es un antes y un después, realmente lo pienso, confío en que los acuerdos a los que se llegaron harán que nuestro deporte y el deporte femenino, y en consecuencia la sociedad, será mucho mejor”, resumió.

“Si esto hace que las mujeres vean que no hay que pasar por lo que ha pasado nuestra compañera, ha valido la pena. Con Jenni el sistema y los protocolos han fallado. Se ha tardado un mes en pronunciarse a favor de nuestra compañera y se sacaron comunicados para desacreditarla”, manifestó