El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, fue uno de los presentes en el encuentro entre autoridades por el Mundial 2030, en Asunción, Paraguay. En este evento estuvo el mandamás de la FIFA, Gianni Infantino, el de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez y su par de Paraguay, Santiago Peña.

El oriental firmó una de las actas que devolvió la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol) para la organización de la cita mundialista dentro de seis años.

"El fútbol está tan aferrado a los uruguayos que es una obligación moral colaborar en el desarrollo", inició el abogado de 50 años.

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Tras esto, invitó a sus compatriotas y a los presentes a "pensar qué pensarán en 100 años cuando vuelvan a abrir esta acta que tenemos aquí por el Mundial 2030".

Tras esto, fue determinante acerca de su postura y la de Ignacio Alonso, mandamás de la AUF: "El Mundial 2030 no tiene origen en lo económico. Si no hay raíces, no hay nada. FIFA apela a cimentar las raíces".

Por último, se mostró positivo de cara a lo que se viene y confió en “el tesón, la insistencia y la terquedad de Alejandro Domínguez” y en la “sensibilidad” de Gianni Infantino, asegurando que todo esto “lo hacen posible”.