Argentina dijo no, y Conmebol terminó por activar una opción lógica en cuanto a disposición geográfica e infraestructura, pero bastante ilógica en términos de pandemia. Sin embargo, Brasil será la nueva sede de la Copa América. Sí, así como su predecesora, en el año 2019 y que marcó el pico de popularidad de Jair Bolsonaro, el vecino país también organizará esta edición del torneo.

La idea este año, y por eso se había planteado en dos países, es que cada país albergará una de las zonas. La Zona Sur y la Zona Norte. En el esquema original, Argentina albergaría la Zona Sur, junto a Chile, Uruguay, Bolivia y Paraguay; en tanto que en Colombia se celebraría al Zona Norte, con Colombia, Brasil, Ecuador, Perú y Venezuela. Ahora, la idea será mantener este esquema de grupos, pero dentro del mismo país.

Lo grande que es Brasil posibilita esto. A tal punto que, en principio, la nueva Copa América también mantendría los dos grupos y el calendario. Habría partidos en la zona centro/sur de Brasil, en las ciudades de Brasilia y San Pablo. En la primera ciudad, el Mané Garrincha sería la sede. Este año, fue sede de la Recopa Sudamericana entre Palmeiras y Defensa y Justicia. También San Pablo asoma como posible sede. En esa ciudad, está el mítico Morumbi o el Arena Corinthians, que fue sede de, por ejemplo, el Argentina-Holanda de la Semifinal del Mundial de Brasil 2014. 

El otro sector sería el nordeste. Ahí asoman como posibles sedes Recife y Natal. En el primer caso, está el Arena Do Pernambuco y en Natal el Estadio Das Dunas. Ahí estará la otra gran zona geográfica. 

En este punto, Brasil inicialmente potenció Manaos con su estadio Arena Amazonia, que fue sede del Mundial 2014 y de los Juegos Olímpicos 2016. Sin embargo la tan mencionada cepa amazónica de coronavirus generó que esta iniciativa del gobierno brasileño durara apenas una hora. 

Río de Janeiro, por su parte, pondrá al Maracaná para jugar la final del torneo, al igual que en la Copa América 2019, que Brasil también ganó la Copa en ese escenario. ¿Por qué sólo un partido? Porque el Brasileirao está en plena disputa en el vecino país y Flamengo y Fluminense, los equipos que usan el estadio, pidieron que no sea una sede de más de un encuentro. Algo similar ocurre con las zonas más al Sur del país. Minas Gerais fue descartado, por lo tanto los estadios de Belo Horizionte no serán usados. También Porto Alegre ha quedado out de las chances, y eso margina al Arena Do Grêmio y al Beira-Río, escenarios del Tricolor y de Internacional. Esto sin evitar remarcar que varios de los estados de Brasil están cerca del colapso sanitario al tratarse de un país que suma 461.057 muertos y 16.471.600 contagios desde que comenzó la pandemia. El tema es que a Bolsonaro esos números no lo conmueven. 

De todas maneras, no se descarta que cada región o zona podría sumar una ciudad o un estadio más para que queden tres estadios por zona, y después deberán repartirse los cuatro cotejos de 4tos, las dos Semifinales y el partido por el tercer puesto.