Rogerio Caboclo tiene prohibido, por la justicia, el ingreso a la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). Tampoco puede mantener contacto con las siete personas vinculadas al caso de acoso por el cual se lo acusa: la denunciante y seis testigos.

Cabe destacar que la medida se tomó ya que, durante la investigación, el Ministerio Público recibió denuncias, tanto de la víctima como de los testigos, de que se sintieron perseguidos y amenazados por el mandatario. El dirigente lo niega rotundamente. 

Es preciso mencionar que esta medida cautelar se extenderá hasta el 26 de agosto, fecha en la cual está pactada la primera audiencia del caso, que será la primera vez que Caboclo y la empleada, que lo acusa de acoso, se vean las caras después de los sucesos denunciados.