El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogério Caboclo, recibió una fuerte denuncia por acoso sexual y moral en su contra por parte de una de sus empleadas. La presunta víctima asegura ser consciente de los hechos relatados y exige que sea investigado, destituido de su cargo y juzgado por el Estado.

Esta noticia se venía desarrollando desde mediados de mayo, cuando la Confederación ingresaba en una crisis interna en la que todos los cañones apuntaban al desempeño de su actual titular, cuestionado por muchos funcionarios y señalado como una persona “no apta” para el puesto y con “malos modos” en su gestión.

Pero también se rumoreaba sobre una empleada que se había tomado licencia por problemas de salud, aunque sin esclarecer más motivos. Muchos sospechaban de que detrás de este pedido había algo más. Finalmente, el hecho se terminó destapando y ahora el titular de la CBF está denunciado por acoso.

Según el medio Globo Esporte, entre los hechos narrados por la trabajadora se encuentran las limitaciones que sufrió durante los viajes y reuniones con el presidente y en presencia de los directores de CBF. Entre varios episodios gravísimos, la denunciante contó que Caboclo intentó obligarla a comer una galleta de perro llamándola "perra".

La empleada también afirma que tuvo su vida personal expuesta frente a otros empleados, con narrativas falsas creadas por el presidente sobre supuestas relaciones que habría tenido dentro del alcance de la CBF. Parte de estos episodios, según el comunicado, se produjeron en reuniones que contaron con la presencia de todos los directores de la entidad. La denuncia también dice que los abusos eran conocidos por otros directores.

"He pasado por un momento muy difícil en los últimos días. Incluido tratamiento médico. De hecho, hoy presentó una denuncia ante el Comité de Ética del Fútbol Brasileño y la Junta de Gobernanza y Cumplimiento, para que se tomen las medidas administrativas", dijo la trabajadora al mismo medio, eligiendo reservar su identidad.

El documento fue enviado por correo electrónico al presidente del Comité de Ética y al director André Megale, responsable de Gobernanza y Cumplimiento. Este directorio forma parte de la estructura de la CBF, mientras que la Comisión de Ética es un organismo que debe ser independiente de la entidad.

La presunta víctima afirma en su declaración tener constancia de todos los hechos narrados y solicita que el líder de la Confederación sea investigado, sancionado con destitución de la entidad y también juzgado por el Estado.

Según el artículo 21 del Código de Ética y Conducta de la entidad, al actual mandatario le corresponden de hasta R$500.000, despido por causa justificada, trabajo comunitario y la suspensión total de participación en el fútbol brasileño por 10 años (acceso a estadios y actividades a desarrollar).