Un cable de la Agencia TELAM detonó otra bomba. Y otra vez a hablar de protagonistas conocidos, reiterados y señalados. Esta mañana, la Oficina de Anticorrupción que lidera Laura Alonso formalizó la denuncia ante el juzgado a cargo de Daniel Rafecas, tras analizar la presentación hecha por el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, el cual había solicitado evaluar el contrato entre Radio y Televisión Argentina (RTA) con Torneos y Competencias (TyC) para la realización de la Copa América 2015 y con ESPN en relación a los Juegos Olímpicos 2012, según se informó a través de un comunicado.

Para el análisis de los casos, la OA también incluyó el contrato suscrito por el entonces jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, por el Mundial 2014, mientras que Bauer estuvo a cargo de cerrar los acuerdos destinados a la difusión de los Juegos Olímpicos de Londres.

Para estudiar los hechos, señala la agencia TELAM, la OA comparó los montos pagados por los contratos por esos eventos deportivos con lo erogado por los Juegos Olímpicos de 2012, por el cual se pagaron 2,5 millones de dólares, que sugestivamente es la misma cifra que se pagó para el conjunto de la transmisión de los Juegos Olímpicos 2016 y la Copa América Centenario 2016.

“De la simple lectura y cotejo de los distintos precios que se pagaron por los derechos de televisación de las competencias de referencia, surge que existe una desproporción manifiesta entre lo abonado en conjunto por la transmisión de la CAC 2016 y los JJOO de Río de Janeiro 2016 y los otros eventos deportivos. Objetivamente, estas diferencias acreditarían pagos excesivos en los derechos televisivos que impactaron de manera directa en el patrimonio de RTA”, se sostiene en la denuncia.

La autoridad de aplicación de la ley de Ética Pública considera que quienes autorizaron los contratos "podrían haber actuado de otra manera. Buscando precios de referencia de torneos similares y, con la colaboración de las gerencias técnicas, proyectar un estimativo del retorno que en publicidad era esperable por cada evento. Había suficiente experiencia para establecer pautas objetivas que permitieran llegar a un precio justo y equitativo”.

La transmisión del Mundial 2014 costó 19 millones de dólares y la Copa América 2015 8,6 millones de dólares. En su presentación, la OA explica que “no es razonable haber pagado un 344% más” por la Copa América 2015 (8,6 millones) que por la Copa América Centenario 2016 (2.5 millones), dado que son torneos similares.

“Esta diferencia se profundiza más si tenemos en consideración que el pago de la Copa América Centenario también incluía los JJOO de 2016 de Río de Janeiro”, concluye el organismo, que en su comunicado recuerda que de estos presuntos delitos se encuadran en la figura de negociaciones incompatibles con la función pública y administración fraudulenta.

Vale recordar que todo el FIFA Gate comienza cuando el gobierno de Estados Unidos empieza a investigar el flujo de dinero que pasó por Estados Unidos sin pagar impuestos y que surgía de los derechos audiovisuales de la Copa América que se disputó en USA en el 2016. Los retornos y las coimas fueron los sistemas de corrupción más recurrentes en el módulo operando de las empresas y los dirigentes. Producto de eso se produjeron 32 detenciones y 63 procesados.