El Mundial Sub20 de Corea podía significar la bisagra definitiva para retomar el rumbo perdido del orden y la planificación. Con nuevas autoridades en AFA, con otros aires de proyección, se suponía que ahora empezaba el repunte de nuestro fútbol. Pero...

Ante el primer caso polémico, parece que las cosas en lugar de cambiar, empeoran.Ahí está como caso testigo la situación de Ezequiel Barco, la promesa de Independiente que estaba citada para el Mundial, que al principio su club no iba a cederlo pero que luego una gestión del presidente de la AFA, Claudio Tapia, terminó con el compromiso de prestarlo para esa competencia. Pero las idas y vueltas en nuestra dirigencia no parecen tener fin. Y se empezó a mirar con alerta la conducta del jugador: desde el club dejaban correr que era el futbolista el que no quería viajar a Oriente. Para los que conocen la intimidad roja, los dirigentes fueron los que presionaron al chico para que este renuncie al Mundial...

Lo cierto es que después de haber sido incluído en la lista de buena fe, en las dos prácticas de esta semana el volante ofensivo no se presentó en Ezeiza. Es más: el sábado, fecha en la que el plantel albiceleste estará viajando hacia oriente para realizar un par de amistosos antes del Mundial, Barco tiene  asegurado el traslado a Rosario con Independiente para enfrentar a Newell´s. Es decir, en los planel del Rojo el juvenil sigue en el club y no entra en ningún lado el viaje a Corea. Todo esto hartó al entrenador Claudio Ubeda, quien ya busca un reemplazante porque interpreta que el jugador o el club ponen barreras permanentemente para ceder al futbolista. Y el DT piensa en Juan Méndez, de Argentinos, para reemplazarlo. A no ser que Tapia produzca un milagro, el chico parece que optará por la camiseta roja antes que por la celeste y blanca de la Selección.

El padre, Omar Barco, en declaraciones a TyC Sports, fue concreto: ¨La ilusión de jugar en la Selección es incomparable. Pero eso lo maneja Independiente. Es una decisión del club, no de mi hijo. Y él debe obedecer. Jamás mi hijo se sintió incómodo en la Selección. Eso que dijeron o hicieron correr no es cierto. En este momento, Omar le hace caso a la dirigencia de Independiente.Con 18 años es muy observador, se siente bien en los dos lados, pero no puede hacer nada. El que decide es Independiente¨. Concreto y claro: el jugador no va al Mundial por la voluntad del club.