(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Sin dudas, fue un año atípico. La Selección Argentina, que este año debía tener una buena parte del camino a Qatar ya desandado y un nuevo intento por conquistar América en una Copa América a realizarse en gran parte en este suelo, sólo pudo disputar cuatro partidos, todos correspondientes a la primera doble fecha de Eliminatorias. Sin embargo, pese al escaso recorrido -el equipo recién salió a la cancha en octubre- lo cierto es que las sensaciones, mayormente, son buenas. 

¿Cómo se explica? En que, pese al coronavirus, y la distancia entre el último partido de la Selección y el debut de Eliminatorias, el equipo de Lionel Scaloni logró sentar las bases de algo que se parece a un equipo, que ya no depende en exceso de Messi -¡gran noticia!- y que logró hacerse fuerte en escenarios históricamente adversos, como La Paz y Lima. 

Desde el último partido de 2019, un 2-2 ante Uruguay en Tel-Aviv el 18 de noviembre, hasta el duelo ante el Ecuador de Gustavo Alfaro, el 8 de octubre, en La Bombonera, casi transcurrió un año. Sin embargo, ese tiempo pareció haber ayudado a madurar al equipo de Lionel Scaloni. Messi se corrió del centro de la escena y pasó, por primera vez en años, casi décadas, a ser una parte de y no la pieza de Oro del engranaje. El hecho que generacionalmente el equipo está un poco abajo en promedio de edad de él y sumado a un año muy complejo para el rosarino en sí -nunca estuvo más cerca de salir de Cataluña- lo corrieron de la escena. Y eso le vino muy bien al equipo argentino, que le dio más brillo a los Paredes, Palacio, Lo Celso.

No fue lo único, Franco Armani se afianzó como el "1", la línea de cuatro con Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Nicolás Otamendi Nicolás Tagliafico. En el medio, Ocampos, De Paul, Paredes, Acuña fue el primer medio, ante Ecuador y, arriba, Lionel Messi y Lautaro Martínez. Fueron alternando, Exequiel Palacios, Nicolás González, y Giovanni Lo Celso. También sumaron minutos Lucas Alario, Joaquín Correa -gol clave en La Paz, para vencer a Bolivia-, Nicolás Domínguez y, de la vieja guardia, sólo apareció y recién en la segunda doble fecha, Ángel Di María.  

Así las cosas, Argentina termina bien el 2020, con un proceso que arrancó con muchas más dudas que certezas, por la "rara" llegada de Lionel Scaloni al cargo, tras la salida intempestiva de Jorge Sampaoli y Sebastián Beccacece, post Mundial de Rusia. Ahora, la Selección Argentina, con un Scaloni más afianzado, se prepara para un 2021 de alto voltaje, que empezará con la doble fecha Eliminatoria ante Uruguay -en el debut de Santiago del Estero como sede de partidos internacionales de la Argentina- y Brasil, y, luego, tendrá la Copa América Argentina-Colombia, un desafío mayúsculo para un equipo que desde 1993 no gana nada a nivel Mayores en la Selección. ¿Será 2021 el año? 2020 deja buenas sensaciones y una renovación ya asentada.