La bomba estalló el viernes: Alejandro ‘Papu’ Gómez dio positivo en un examen de doping y fue sancionado con una suspensión de dos años. El control fue en noviembre de 2022, días antes del Mundial de Qatar.

El examen de doping ocurrió en un entrenamiento de Sevilla como control sorpresa, según informó Relevo. El futbolista sostiene que ingirió un jarabe de uno de sus hijos tras pasar una mala noche, pero que no le consultó a los médicos del club, comportamiento no permitido por las autoridades de la institución.

Según consta en el Código Mundial Antidopaje, más precisamente en el artículo 10: “Además de la anulación automática de los resultados obtenidos en la competición durante la cual se haya detectado una muestra positiva en virtud del artículo 9, todos los demás resultados referentes a competiciones del deportista que se obtengan a partir de la fecha en que se recogió una muestra positiva (durante la competición o fuera de competición), o de la fecha en que haya tenido lugar otra infracción de las normas antidopaje, también desde el inicio de cualquier periodo de inhabilitación o suspensión provisional, serán anulados, con todas las sanciones que se deriven de ello, incluida la retirada de todas las medallas, puntos y premios, salvo por razones de equidad”

En caso de que no se concrete la reducción de la pena que el deportista piensa solicitar, analiza retirarse del fútbol profesional a sus 35 años, ante la imposibilidad de jugar en Monza.

'Papu' Gómez publicó su descargo tras ser notificado del doping positivo: "Soy un férreo defensor del deporte limpio"

Poco más de 48 horas después, el futbolista emitió su descargo detallándolo en seis puntos principales dirigidos a los medios de comunicación y la opinión pública:

1) En primer lugar, confirmo que en el día de ayer me fue notificada resolución del Comité Sancionador Antidopaje de la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte, por la cual se acuerda la suspensión de mi licencia federativa por un periodo de dos años.

2) Desde siempre, no solamente he cumplido estrictamente toda la normativa sino que me he posicionado como un férreo defensor del deporte limpio y la deportividad, condenando y rechazando categóricamente toda forma de dopaje.

3) Nunca he tenido ni tendré la intención de recurrir a una práctica prohibida.

4) La presunta infracción tiene su origen en la presencia de Terbutalina en mi organismo por haber recibido por error y de forma accidental, involuntaria y no intencionada una cuchara del jarabe de mi hijo pequeño, para el alivio de la tos. Conviene no obstante precisar que el uso terapéutico de la Terbutalina está permitido para los deportistas profesionales y que en ningún caso mejora el rendimiento deportivo en el fútbol.

5) Sin entrar en cuestiones de fondo, he puesto este asunto en manos de mis abogados al considerar que la tramitación del expediente disciplinario no se habría realizado conforme a lo dispuesto en la normativa.

6) Por último, quiero agradecer todas las muestras de afecto y apoyo recibido en estos momentos complicados a nivel profesional.

Una hora más tarde, el futbolista subió tres stories a Instagram en las que refrenda las palabras del comunicado, aclara que se está entrenando de manera particular y confiesa: “No me quiero retirar de esta manera. Creo que no me lo merezco”