A 36 años del encuentro (válido por los cuartos de final de la Copa del Mundo) entre Argentina e Inglaterra, la emoción sigue a flor de piel. Lo recuerda Sergio "Checho" Batista al contar que “el partido con Inglaterra era muy difícil, por suerte se ganó y pudimos darle la alegría a la gente.Sabíamos muy bien que con Inglaterra teníamos que cuidarnos, era un rival muy difícil”.

En diálogo con el programa "¿Cómo te Va?" (lunes a Viernes, 12 horas), el ex futbolista y seleccionador nacional rememoró la jugada de la primer conversión de Maradona. La recordada Mano de Dios “fue una jugada tan rápida, lo bien que lo hizo Diego, ni nosotros dentro de la cancha nos dimos cuenta”, sostuvo a través de los micrófonos de D-Sports Radio (FM 103.1).

Luego de la obra más grande de la historia de este deporte, el segundo gol de Maradona a los ingleses, el exfutbolista de Argentinos Juniors comentó que la emoción fue tal que hasta quebró un mandato del Cuerpo Técnico en la celebración “en el segundo gol de Diego rompí con una regla de Bilardo, porque los defensores no podíamos ir a festejar los goles. La rompí porque no se podía creer".

Y agregó: "en el festejo lo insulté a Diego, porque no podía creerlo, pero fue ese insulto bueno, de no poder creerlo. Hubiese cerrado el estadio después del gol de Diego”.

El encuentro con los ingleses tenía un contexto especial y Batista no fue ajeno al contexto "no era un partido más, nosotros no estábamos como en cualquier partido. Incluso la arenga de Diego ese día no fue la de un partido más. Tocó lo que nosotros llevábamos adentro", recordó. “La rivalidad con los ingleses sigue latente y perdurará en el tiempo”, reflexionó además "Checho".

Batista, por otra parte, comenta que se siente muy triste desde la partida física del "10". Aún luego de tanto tiempo “me da bronca que se haya ido tan joven. Todos saben lo que siento por él. Veo la foto de Diego y trato de pasarla porque no me hace bien.” Y lo recordó con una anécdota que lo pinta de cuerpo entero: “Una vez en Parque Diego quiso jugar una final para el club, porque estaba suspendido. Fue una revolución, jugó y la rompió en esa final. Estaba lleno de gente, ja”