(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) A horas de la Final de la Copa del Mundo, a Luka Modric no lograron correrlo de su foco. El jugador intentó evitar su pasado y solo comentó: "No me gusta volver a esas cosas, todo eso es pasado. Pero por supuesto que una Guerra tiene una influencia. Ha hecho de Croacia un país más fuerte. Pero no quiero debatir del pasado, tenemos que mirar al futuro".

"Sólo podría agregar en lo personal que nunca te tenés que rendir, que siempre debés creer en vos mismo, luchar y luchar por tus sueños por más obstáculos se te presenten", fue el mensaje que el jugador del Real Madrid dejó con respecto a ese momento tan difícil.

Luego, Modric dio por cerrado el tema y calificó el partido ante Francia como "el más importante de nuestra vidas", haciendo referencia a la selección croata. Además, estuvo de acuerdo en la idea de su DT, que ellos deben disfrutar el partido. 

Finalmente sostuvo que no le interesa el premio al mejor del mundo. "Tuve un camino difícil en la vida, lo importante es no ceder. Hubo obstáculos, pero siempre uno tiene que luchar contra los problemas para llegar al éxito, eso es lo que me llevó a ese punto", finalizó. 


Modric nació el 9 de septiembre de 1985, en Zadar (en ese momento parte de Yugoslavia y desde 1995 es Croacia). A los seis años tuvo que abandonar con su familia Zaton Obrovacki, pueblo donde residía, y debió vivir como refugiado junto a su madre Radojka Dopud y sus hermanos. Su padre Stipe debió sumarse al ejército croata y su abuelo fue asesinado por rebeldes serbios. 

Modric evitó hablar de la guerra y de su dura historia de vida antes de la final

Luego de la guerra con su familia se fueron a vivir a Zadar, donde el padre de Luka trabajó como técnico aeronáutico. A los ocho años estuvo dos semanas a prueba en el Hajduk Split pero no quedó. Dos años más tarde, Tomislav Basic (jefe de la cantera del NK Zadar) lo redescubrió y en 2003, con 16, fichó en el Dinamo Zagreb, y su suerte cambió. 

"Eran muy pobres. No tenían dinero para camisetas o canilleras para Luka, así que le hice unas de madera. Las conservé porque sabía que Modric iba a llegar a ser un gran jugador", fue lo que comentó Basic, cuando Modric comenzó su camino en el Real Madrid en 2012.