(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Desolados. Así quedaron los japoneses. Es que después de un primer tiempo 0-0, en 6 minutos del segundo tiempo habían logrado ponerse 2-0, con golazos de Haraguchi e Inui. No lo supo cuidar. Roberto Martínez leyó bien lo que pasaba y mandó a Fellaini y a Chadli a la cancha. Acertó y con eso dio vuelta el partido.

El 1-2 llegó con un gol de Vertonghen, que en realidad quiso ser centro o pelota al área para buscar al "8" o al "9", Lukaku, que tuvo varias, pero no pudo anotar su gol. Un desborde de Hazard encontró a Fellaini bien ubicado y, a los 29 ST llegó el empate belga.

Con el 2-2, el juego entró en el terreno que podía ser para cualquiera. Japón, incluso, lo perdió en varias oportunidades, pero en la última jugada, después de un buen tiro de Honda que Courtois envío al córner. Córner que él mismo tomó y armó la contra para el gol definitivo. Meunier metió la puñalada, Lukaku la dejó pasar con toda lucidez y Chadli anotó el 3-2 en los últimos segundos del partido.

Partidazo. Porque Japón sorprendió, porque Bélgica debió reafirmar en 30 y algo de minutos todo lo que se dice de ella y porque salió fortalecido, justo en la antesala de enfrentar, nada más y nada menos que, al candidato: Brasil, el próximo viernes, desde las 15, en Kazán.