En un River desacostumbrado a las reyertas internas (o al menos a que sean públicas), cualquier chubasco se asemeja a una tormenta. Pero, al parecer, la relación entre el plantel y el entrenador pasa por un verdadero temporal que desconcierta hasta a la dirigencia. El vínculo entre Demichelis y el plantel tuvo en las últimas horas un pico de tensión tan alto que internamente empiezan a preguntarse si es reversible.

Algunas voces alertaban que la relación no fluía entre varios jugadores del plantel y el DT, pero la derrota del fin de semana disparó todas las alarmas. En la dirigencia misma se empezaron a preguntar qué había pasado para ver un River tan apático. No era simplemente un mal partido. El propio DT lo reconoció a los pocos minutos al calificar el encuentro como el peor de su era. A las pocas horas, según pudo reconstruir Doble Amarilla, empezaron a enterarse algo que los sorprendió: “los jugadores están muy disgustados con el entrenador por sus declaraciones a periodistas durante una serie de encuentros que mantuvo”. 

Según dejaron trascender, el entrenador habría vertido críticas sobre algunos futbolistas y referentes lo que es considerado como un pecado mortal en el fútbol. Pero los comentarios hicieron mella a tal punto que hoy es incierto aventurar si Demichelis podrá dar vuelta su relación con el plantel. 

La relación entre el CT y algunos jugadores no fluye desde hace tiempo. Con algunos no hay piel y otros dicen no entender las decisiones del DT y las cuestionan, pero puertas adentro. Teniendo en cuenta esto, hasta se pensó en sumar a Ignacio Scocco al equipo de trabajo de Demichelis para reforzar la relación

La relación empezó a tensarse post obtención del título. Hasta ese momento todos apostaban a que con el tiempo todo iba a fluir mejor. El primer acto que llamó la atención (y alertó a propios y ajenos) fue la declaración sobre Nacho Fernández en la ida contra Inter por Copa Libertadores. “¿Y a quién saco? ¿Habría que sacar a Ignacio Fernández? Andá a decírselo vos. Es el cerebro del equipo”, retrucó en conferencia de prensa Demichelis ante la pregunta de un periodista. A los pocos días, “Nacho” perdió su lugar en el primer equipo y ocupó una butaca en el banco de suplentes (incluso, hasta en la derrota contra Vélez). El plantel siguió el episodio desconcertado. Tampoco cayó bien en la dirigencia que vio una falta de manejo con la prensa en una instancia clave para el club.

No obstante, la gota que rebalsó el vaso y tensó la cuerda, al punto de cortarla, son dos “off the records” que hizo en los últimos días. En medio de un ambiente de ‘comodidad’, Demichelis se relajó y ‘se fue de boca’ y fue crítico de muchos jugadores: tanto de referentes como de promesas. Según pudo reconstruir este medio, puntualizó sobre el rendimiento de jugadores como Enzo Pérez, González Pirez, Casco, Borja, Kranevitter y hasta tuvo palabras sobre el Claudio “Diablito” Echeverri.

Uno de los apuntados por este episodio que hizo crujir la relación es Ricardo Dasso, un ex periodista y hoy jefe de prensa de Martín Demichelis. Dasso, quien tuvo un antecedente en prensa en Conmebol, es el encargado de organizar las reuniones con los comunicadores, arreglar cada una de las entrevistas que da el DT, hablar en su nombre con la prensa y fue quien dirigió el ‘off the récord’ que llegó a oídos de los jugadores. Los dirigentes de River no le quitan responsabilidad a la ingenuidad de Martín Demichelis, pero están los que creen que si tuviera un vocero que pudiera controlar o dirigir la relación con los medios, esto no sucedería. “Un off con 10 periodistas, sin filtro en lo que se dice, es buscarse problemas”, remarcan en las oficinas del anillo.

Desde la prensa del DT empezaron a elucubrar de dónde podía venir la filtración y hasta dejaron trascender diversas teorías. Pero luego se dieron cuenta que los jugadores ya sabían de la reunión desde antes que fuera convocada formalmente y ya estaban molestos con la iniciativa. Ahí empezaron a mirar puertas adentro del CT también.

Luego de este ‘multitudinario’ off, hubo reunión con algunos jugadores para bajar la espuma y evitar mayores conflictos. Una especie de “ensayo de disculpas”, que no terminó de convencer. “No les llegó”, le reconocen a Doble Amarilla. Entre otras de las cuestiones, puertas para adentro recalcan que Demichelis a veces contradice sus propias indicaciones y eso los desconcierta, aunque la gran decepción es “personal”. 

Los jugadores sienten que ellos le dieron a Demichelis su primer título como DT y que inclusive lo bancaron cuando algunas cuestiones no les cerraban. Aseguran que en lugar de dejarlas trascender, las hablaron puertas adentro. Un ejemplo fue cuando en pretemporada los referentes se reunieron con el CT para mostrarle porqué entendían que el sistema de entrenamiento aplicado no iba a funcionar y lograron cambiarlo. Todo lo que surgía se solucionaba internamente.  

Inclusive en el plantel nunca cayeron bien algunas críticas que Demichelis hizo contra Marcelo Gallardo en sus primeros días en Núñez. Algunas sutiles las esbozó en sus primeras conferencias de prensa. Otras fueron más directas ante empleados del club que habían trabajado también con el entrenador multicampeón. A Demichelis no le gustan nada las comparaciones con el cliclo Gallardo. Lo fastidian en conferencias de prensa, pero también en diálogos de vestuario. Quizás no entendió que, más allá de que la relación de Gallardo con algunos referentes tuvo momentos de tensión, lo siguen teniendo como un referente absoluto. 

¿Cómo continúa el ciclo? La dirigencia sigue muy de cerca lo que desencadenó el último episodio. Seguramente no lo admitan en público, pero se ocupan. Hoy es impensable un licenciamiento. Sí apostarán a que se dé una charla profunda y sincera con el DT para reconstruir y arrancar de vuelta. Pero eso, ya va a depender más de los actores que están dentro del vestuario que de los directivos. Los dirigentes están convencidos que el “off” generó un bajón anímico y desconfianza en el plantel, pero nadie cree que algún jugador “juegue para atrás”. 

En el fútbol hay una vieja verdad que reza que sin sintonía con el vestuario, todo se hace casi imposible. Ahora será trabajo de Demichelis reconstruir el vínculo, pero de verdad. El DT se enfrenta a su desafío más importante, mucho más que los cuartos de Libertadores. Deberá hacer una lectura correcta y accionar, sino el fin de ciclo va a estar a la vuelta de la esquina y será difícil un respaldo. ¿Podrá?