Red Bull y Miami no se sintieron bien durante todo el fin de semana de Gran Premio de Fórmula 1. El equipo no tuvo su mejor versión y los resultados se vieron en el podio: Max Verstappen, campeón del mundo y ganador de todas las carreras de la presente temporada, llegó segundo detrás de Lando Norris de MacLaren

Al bajarse del coche, aceptó que había sido un fin de semana malo para el equipo y no habían tenido ritmo.

Minutos más tarde, viendo las principales acciones de la carrera, el neerlandés observó cómo su compañero de equipo, Sergio ‘Checo’ Pérez se pasó de frenada y casi se lo lleva por delante. En directo parece que no le toca y si le hubiera chocado los dos habrían quedado fuera de la carrera, pero Max aseguró en declaraciones posteriores que le tocó un poco y le dañó alguna parte del monoplaza.

"Estuvo muy cerca (de tocarme) y podría haber terminado mal. Creo que tuve un rasguño en el difusor y él frenó 50 metros más tarde que los demás, pero afortunadamente no pasó nada", explicó el tres veces campeón del mundo, que considera que el mexicano golpeó su monoplaza. Eso explicaría el daño en el difusor y la principal razón técnica y mecánica por la cuál no pudo alcanzar al McLaren.