A la elección de la sede de la Supercopa Argentina entre River y Boca la define una palabra: mamarracho. Y tiene un protagonista principal: Torneos. De acuerdo a lo que pudo averiguar “Doble Amarilla”, durante las últimas horas, Mendoza, con el factor económico como argumento, gana terreno para albergar el superclásico. Esta es la verdadera razón, más allá de los inconvenientes que rodean al Kempes por las obras que se llevan a cabo en sus cercanías.

Desde la AFA se había impulsado originalmente a San Juan, pero el deseo no pudo consolidarse por una deuda que la empresa mantiene con Córdoba. Luego se intentó incluir como alternativa a Mar del Plata, pero fue rápidamente descartada por los organismos de seguridad. Hasta que, en medio de semejante desprolijidad, llegó la confirmación con el Kempes como sede.

De hecho, el presidente de Boca, Daniel Angelici, remarcó en las últimas que ya habían reservado hotel en la provincia y calificó de “poco serio” un probable nuevo cambio. En un tono similar se expresó Rodolfo D’Onofrio, el presidente de River.  Sin embargo, siempre hay lugar para un desaguisado más y, a menos de 45 días del gran evento, resurgen las dudas sobre el escenario. Un mamarracho con el logo de Torneos.