(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La torta para repartir es grande. Mucho más grande de lo que varios suponían cuando se firmó el contrato de la TV. Algunos dirigentes se dieron cuenta hace un tiempo. Otros recién ahora. Lo cierto es que todos quieren, hoy, renegociar el contrato de los derechos audiovisuales. ¿Qué tienen pensado entre los directivos de los clubes? Como primera medida, abroquelarse. Segundo, organizarse. Tercero, pedir más dinero. 

Debido a la disconformidad por la suma que reciben las instituciones, el abroquelamiento fue muy sencillo. Se dio en la misma reunión de dirigentes de esta semana. La organización no tardó en llegar: los dirigentes formarán una mesa de diálogo permanente para generar nuevos ingresos y el primer objetivo es pedirle más plata a la TV. Por ahora, no se oponen a nada. Desde hacer cuentas hasta pedir auditorías. De acuerdo a los objetivos dirigenciales, no alcanzarían los $ 100 millones propuestos por la TV oportunamente. “Queremos más. No habernos acompañado con el tema de los descensos y haber amenazado a la Superliga marcó un antes y un después”, dijo un dirigente de peso el último martes. Y en eso andan los directivos.

Sabiendo que la TV está inflexible y dispuesta a todo, de acuerdo a lo que reza la famosa carta leída en el último comité, los dirigentes no descartan contratar una auditoría para que analice el actuar y el trabajo de las televisoras. En el texto, se amenazaba con tomar medidas si no se respetaba lo acordado de llegar a la siguiente temporada con 22 clubes en la Superliga. El tono de la misiva cayó muy mal en el seno dirigencial. Y muchos “se la juraron” a Fox y Turner, dijo un testigo. El ojo está puesto en los abonos, el dinero y la facturación. Ahí está la matriz del asunto.

En un rato libre, un dirigente dijo “los números de ganancia de los dos canales y de los cableoperadores no cierran”. Y mostró en una cuenta simple en una servilleta cómo serían los números. El ‘Pack Fútbol’ tiene un costo de $510. Multiplicado por los 2,1 o 2,2 millones de abonados que la propia TV afirma tener, y a su vez, multiplicado por 12 meses, arroja un total de entre $ 12.900 millones y $ 14.000 millones de pesos anuales. De ese dinero, las televisoras le bajan a los clubes $4 mil millones. Y de esa plata que llega a la Superliga, no todo se reparte entre los clubes. A ese dinero hay que descontarle impuestos, la suma que Superliga tiene que mandar a AFA (17%) y la plata que se queda el ente liguero, que debe partilo en 12. Recién ahí, empieza la división entre los clubes. Los dirigentes hacen cuentas y se escandalizan. Para las instituciones, ellos ponen todo: estadios, pagan seguridad, pagan contratos de jugadores y entrenadores, invierten en tecnología o elementos para sus equipos, forman jugadores y tienen toda la presión de la gente. Y la facturación más importante es de la TV.

Los dirigentes quieren hacer una auditoría, porque desean controlar bien el contrato y conocer los números que arroja el negocio. Las sospechas de los dirigentes pasan por la cantidad de abonados. Saben que en varios puntos del país, no está el sistema de TV digital, ante lo cual los decodificadores son analógicos. Eso hace que la facturación de los cableoperadores y la TV sea diferente: le cobran más dinero en abono fijo del cable y menos por el pack fútbol. La diferencia, en vez de ir al fútbol, va a las arcas de las empresas. “Acá hay que saber cuantos abonados tienen, cuántos pagan, cuantos se dan de baja y a partir de ahí, renegociar todo”, dijo un dirigente en los pasillos de Puerto Madero.

Rápidos de reflejos, en el armado dirigencial se habrían dividido los roles. Están quienes estudian pedir el contrato a Superliga para tener la documentación. Por otro lado, están los que aportan expertos en sus departamentos legales, y otros, con contactos en otros países, revisan las formas de implementación que se usa en otros mercados. Pero, mientras cada sector cumple con su rol, en el medio, algunos ya piensan en el siguiente paso: ver de qué manera pueden hacerle frente a las televisoras. ¿Duelo de titanes? Algo así, para darle atractivo al largo receso del invierno argentino.