(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Que la relación entre Rodolfo D'Onofrio y Claudio 'Chiqui' Tapia no es buena no es una novedad. Pero... ¿cuáles son los verdaderos motivos que impulsaron al presidente de River para reflotar esta disputa en las fuertes declaraciones radiales que realizó esta mañana? En 'Doble Amarilla' te contamos todo el trasfondo de una disputa que tiene mucho de piel, rosca y poder presente... y futuro.

La pelea entre ambos dirigentes comenzó desde hace ya tiempo y tiene a Marcelo Tinelli como uno de los actores principales. Luego del recordado 38-38 cuando Tapia iba a ir con lista única para ser presidente y D'Onofrio junto con Tinelli intentaron impugnarla. El día de la votación, tal como adelantó Doble Amarilla, el voto de River fue en blanco, exacerbando la grieta.

Previo a esta elección, D'Onofrio lideró un movimiento para retirarse de las decisiones de conducción, que incluía a las Selecciones Nacionales, dejando casi acéfalo el nexo con los jugadores y que fue una recriminación de Messi y compañía.

Luego hubo un nuevo acercamiento cuando Tapia invitó a D'Onofrio para hacer un grupo de dirigentes notables para decidir la sucesión del técnico de la selección pero el presidente de River se mostró presidente y eligió la comodidad de criticar desde afuera.

Pero entonces ¿cuál es la pelea de fondo? Es que D'Onofrio, como en ningún lugar donde se involucra, acepta no tener el centro de la escena. Por eso en la cabeza del actual jefe de River siempre estuvo rondando la idea de liderar la AFA o tener un 'ladero' que lo haga, en un pensamiento que charló en reiteradas oportunidades con Marcelo Tinelli.

Entonces estas fuertes declaraciones oportunistas tienen por objetivo aprovechar un momento de debilidad de Tapia donde el mal paso de la selección complica su imagen pública. Entonces el presidente de River prefiere golpear en un momento donde él imagina que el futuro del fútbol argentino pasa por un momento de incertidumbre... en este escenario utiliza su as de espadas, Marcelo Gallardo, como estandarte para mostrar una gestión deportiva brillante.

Pero ¿todo lo que reluce es oro? ¿por qué se afirma que es una cuestión de 'piel' y rosca? Porque no es contraponer modelos de gestión tanto AFA como River tienen rasgos positivos en diferentes aspectos y otros negativos que, cual mugre, prefieren poner debajo del felpudo.

Desde Viamonte pueden jactarse de balances y números exitosos que distan mucho de los recibidos luego del Comité de Regularización, liderado por Armando Pérez, e incluso que llegó a cobrarle la deuda a todos los clubes para lograr hasta una importante reserva en dólares en el banco. En este aspecto River tiene alarmas rojas que se traducen en el último balance donde dejó atrás el superávit operativo y pasó a tener un déficit de $512 millones, lo que significa un deterioro en las cuentas de River del 268%.

Con respecto al acercamiento a los jugadores que critica de Tapia, D'Onofrio tiene una especial debilidad por Marcelo Gallardo, con el que compartió cada título de este nuevo River y hasta lo llevó a viajar juntos a la final de la Champions, foto mediante, al final de esta temporada.

Entonces allí donde D'Onofrio busca presentarse como un distinto ¿es real todo lo que esgrime en su discurso? Una persona que se muestra medida, cercana y cálida en sus declaraciones públicas, no lo es en el ámbito privado donde tiene un trato despectivo y soberbio tanto dentro -con sus pares de comisión directiva- como fuera del club. Casi la totalidad de sus pares de Superliga cuestionan esta doble cara que quedó expuesta a principios de este año cuando encaró de forma petulante a un hincha de River que lo criticó por el proyecto de la mudanza del Monumental.

Incluso los nexos con Conmebol en la diplomacia de D'Onofrio con la entidad con sede en Luque fue un aspecto que tampoco sienta bien con sus pares dirigentes. Al punto que algunos señalan que utiliza el mismo tráfico de influencias que luego critica hasta el hartazgo cuando habla de AFA, incluso sin respetar los canales de diálogo e institucionales que luego pondera.

A nivel político-deportivo, tanto River como San Lorenzo descartaron tener un lugar preponderante en la AFA para asumir un rol protagónico en Superliga que luego con el correr del tiempo se fue diluyendo al punto que sus vicepresidentes: Jorge Brito y Matías Lammens están apuntados por su poco compromiso con los temas de debate en las habituales reuniones en la sede del ente liguero en Puerto Madero.

D'Onofrio pide una nueva AFA que ha sido criticada por la reventa de entradas en los eventos internacionales y hoy, es el propio club de Núñez que afronta una investigación que tiene a tres dirigentes y gerentes en una situación muy complicada por la reventa de entradas a la barra por la final de la Copa Libertadores, en una causa que investiga el fiscal Norberto Brotto y que promete nuevos y escandalosos capítulos en el corto plazo.

Además del oportunismo contra AFA, este nuevo embate mediático de D'Onofrio se da el día del cierre de listas para las elecciones nacionales y porteñas de octubre que ratificaron que el presidente de River, pese a sus apetencias personales, no integrará ninguna lista igual que su histórico aliado Marcelo Tinelli, que en diciembre patearía el tablero y se presentaría como candidato a presidente de San Lorenzo diferenciándose de la última gestión de Lammens. ¿Esto habilitará una nueva-vieja alianza para ir nuevamente por la AFA en las próximas elecciones?....