El 21 de julio de 2013 estaba previsto un amistoso entre Boca Juniors y San Lorenzo en el Bajo Flores. Había un operativo de seguridad importante por la interna que la barra del club xeneize estaba atravesando. Los policías de la Federal armaron una barrera de contención sobre la calle La Fuente pero en ese momento, los integrantes de la barra “disidente” (comandados por Rafael Di Zeo) comenzaron a armarse con “palos, piedras y hierros con punta” mientras la “Doce Oficial” (en ese momento representada Christian "Fito" de Vaux) se acercaba también. 

Había 100 personas de cada bando. Cerca de las 14:15 comenzaron los tiros. De acuerdo al juicio, fueron más de 115 disparos. Como consecuencia de la pelea, fallecieron Marcelo Ariel Carnevale y Ángel Martín Díaz, ambos por lesiones de arma de fuego. Si bien Díaz integraba la facción disidente, quedó en la línea de fuego de los disparos realizados por sus compañeros. Otras seis personas fueron heridas de gravedad, por lo que debieron ser trasladadas al Hospital Argerich de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y al Hospital Paroissien, de Isidro Casanova. 

Hace diez días, el fiscal Aldo de la Fuente pidió cuatro años de prisión para Di Zeo por considerarlo responsable por la “instigación a la formación de grupos destinados a cometer delitos en el marco de un espectáculo deportivo”. Para De Vaux, solicitó tres años y seis meses de prisión y requirió una condena de tres años para otro barra (Walter Fabián Coronel, actual jefe de la barra de Los Andes) por haber llevado las armas que se usaron en el enfrentamiento. El fiscal también sostuvo que los tres acusados deben ser inhabilitados para concurrir a 1000 metros a la redonda de una cancha de fútbol durante la celebración de un partido. 

El fiscal hizo foco en que tanto De Vaux como Di Zeo se hallaban ese 21 de julio en el lugar en su rol de líderes de las distintas facciones y que ambos convencieron y organizaron al resto de los integrantes para que se cometan delitos en el marco de esta pelea durante el espectáculo deportivo. 

Contra esa acusación, las defensas plantearon las absoluciones y criticaron toda la investigación y el juicio. El que tendrá la última palabra es Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°13, que comunicará el próximo 23 de febrero su decisión, en una audiencia donde también están previstas las últimas palabras de los tres acusados. 

Cabe recordar que la semana pasada, Di Zeo recibió una buena noticia. El Tribunal Oral Federal 8 lo sobreseyó (sin llegar a realizarse el juicio) en un expediente donde se lo acusaba de encubrimiento agravado.