(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Si fuera músico, posiblemente sería alguien con una gran impronta, capaz de sorprender en cada presentación. Si fuera un delantero, estaríamos hablando de un wing habilidoso, que puede salir para cualquier lado. Pero es dirigente, y su característica de impredecible no es considerada una virtud en el ambiente, sino todo lo contrario. Se trata de Pascual Caiella, vice tercero de Estudiantes de La Plata, un hombre que salta de amistad y sector afín con mucha facilidad, sin temor “al qué dirán” y con un objetivo claro. 

Desde su paso a las grandes ligas, de la mano de Juan Sebastián Verón, Caiella no dudo en mostrarse como un “tinellista de la primera hora” y un ferviente defensor de la Superliga. Tal fue su postura, que no dudo en espetar ante varios testigos que “jamás el ascenso puede gobernar la AFA”. Así, blanqueó oportunamente sus diferencias con Ascenso Unido o el Tapismo, como se prefiera mencionar al sector que hoy gobierna en AFA. 

Tras haber estado cerca de Marcelo Tinelli, no tuvo empacho en unirse a las filas de Daniel Angelici, considerándolo un referente dentro de la dirigencia deportiva. Pero desde que el presidente de su club consiguió, (vía Tapia) un puesto en AFA en el sector de las juveniles, a Caiella no le quedó otra que acercarse a Tapia y su gente, a pesar de que oportunamente consideraba que no podían gobernar en Viamonte. 

Por caso, en la última reunión de Tapia con un nutrido grupo de presidentes de Primera División, realizada en un restaurant porteño, Caiella dijo presente. Fue mirado de reojo, considerado un hombre del Tano. Según pudo saber Doble Amarilla, tras comunicarse con varios de los presentes en el encuentro, “a Caiella se lo vio totalmente alineado con Tapia”. 

Todo lo que sucede en el plano afista tiene relación directa con lo que pasó oportunamente en La Plata. Caiella fue hombre de confianza de Enrique Lombardi, el antecesor de Verón en el trono pincharrata. Desde un puesto menor en los papeles, pero de fuerte injerencia en el día a día, muchos lo responsabilizan de buena parte de lo que pasó durante la presidencia de Quique, de lo bueno, y lógicamente, de lo malo. 

Sus identificaciones tan cambiantes lo llevan a tomar decisiones que en la interna albirroja le cuestan caro. En Estudiantes le jugó muy en contra el apoyo que brindó a la idea de Angelici sobre la forma de pago de la deuda de los clubes. “Apoyó la movida de Angelici y votó a favor de devolver toda la deuda en un solo pago o en poco tiempo, y no mediante un plan de pagos. Devolver todo junto no le convenía a Estudiantes, pero él lo hizo por beneficio propio”, afirman desde 1 y 57. No son pocos los que le reprochan su actitud pasiva en el gobierno de Lombardi al momento de generar deuda en AFA, algo que fue culminado con esta decisión, para muchos, “desacertada”. 

Viejo conocedor de las arenas políticas tras muchos años cerca de la administración de Daniel Scioli en la provincia gracias a su estudio de abogados (Salomoni, Caiella, Salinas & Asociados, con sede en La Plata y en Buenos Aires), Pascual consideraba fundamental estar cerca de Moyano. Por su profesión y su habilidad para ciertas cuestiones, Caiella está ligado a la política y a los sindicatos desde siempre. Por eso conoce a Moyano de antes y siempre puso especial énfasis en estar cerca de Hugo. Para no perder el trato ni la posición, al momento de tratar el tema del pago de deudas con AFA, debía apoyar esa movida que sin proponérselo, Moyano estaba encabezando. Por conveniencia, negocios o política, en el entorno de Caiella siempre afirmaron la necesidad de estar cerca del líder camionero. Y cuando Moyano decidió salir a decir que iba a saldar toda la deuda de Independiente en un solo pago, el platense no tuvo escapatoria y tuvo que acompañar al referente sindical. Siguió su camino, “sin importarle la realidad de Estudiantes”, dicen.
 
De poca presencia en La Plata en el último tiempo, tuvo un perfil bajo en la previa de la Asamblea pincha donde se jugaba buena parte del futuro político de Verón y compañía. Dicha Asamblea se realizó en City Bell hace pocas semanas y se trató la toma del préstamo para completar la obra del estadio, punto del que Caiella prefiere no hablar. Eso se lo deja todo a Verón, salga como salga. ¿Estrategia, código interno o disidencia en cómo se maneja la obra?

Así en el fútbol en general como en Estudiantes en particular, su credibilidad está en baja. De Lombardi a Verón, de Verón a la AFA. De Tinelli a Angelici, de Angelici a Tapia. Entonces, muchos se preguntan: de Tapia, ¿a dónde?