La gestión de Luis Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol está completamente marcada por escándalos, malos entendidos y disputas desde su asunción hace ya más de cinco años. 

El beso a Jenni Hermoso, la máxima goleadora histórica del seleccionado femenino de España, en el medio de la coronación de las ibéricas como campeonas del mundo en Australia, parece haber sido la gota que rebalsó un vaso que se viene llenando de investigaciones en contra el propio dirigente y que incluyen cargos por corrupción de todo tipo. 

Las disculpas ofrecidas tras exabrupto con Hermoso sonaron a puesta en escena y han hecho que toda la dirigencia política de España no haga más que criticarlo.

Me he equivocado, fue sin mala fe, en un momento de máxima efusividad sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe de ninguna de las dos partes, ocurrió lo que ocurrió cuando estamos ante un hecho histórico, uno de los días más felices del fútbol español, campeonas del mundo, una barbaridad", había dicho Rubiales en las primeras horas del lunes a través de un video difundido en las redes sociales de RFEF.

Hoy, el dirigente que decidió despedir a Julian Lopetegui, del seleccionado masculino, una semana antes del Mundial de Rusia 2018, se encuentra jaqueado y con chances de salir de su cargo, con duras acusaciones que generaron la intervención de la Fiscalía Anticorrupción y de la Secretaría de Deportes estatal (CSD).

Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de entrenadores de Fútbol (CENAFE) y ex candidato a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en 2015 como opositor a Ángel María Villar, fue el primero en denunciar ante el Juzgado de Instrucción de Majadahonda a Rubiales por los delitos de cohecho y corrupción entre particulares, administración desleal, corrupción en los negocios y prevaricación.

Luego de la de participación junto al ex defensor de “La Furia”, Gerard Piqué, en supuestos negocios opacos en la organización de la Supercopa de España en Arabia Saudita, por la que el ex jugador percibió 24 millones de euros en comisiones, y todo se potenció con la difusión de un diálogo telefónico entre ambos en el que se plantean estos y otros temas.

Algunos meses más tarde, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) también lo denunció por espionaje ilegal y pidió su renuncia.: “Exigimos la inmediata inhabilitación del presidente, Sr. Rubiales, por parte de los órganos competentes, ya que su dimisión es poco probable”.

Mientras tanto, sus idas y vueltas con Javier Tebas, el Presidente de La Liga por la organización o no, de la Superliga europea no cesaban. 

Cabe destacar que la Fiscalía, a cargo de la instrucción en la causa por supuesta corrupción en la organización de la Supercopa de España le tomó declaración al tío de Rubiales y ex jefe de gabinete de la RFEF, Juan Rubiales, quien en su comparecencia aseguró que su sobrino organizó una orgía en un chalet de Salobreña, una localidad granadina, pagada con fondos de la entidad futbolística, y detalló que a ella asistieron “ocho a diez mujeres” y que la fiesta fue disfrazada de una reunión de trabajo, algo negado rotundamente por la Federación, que sostuvo que cada uno de los asistentes “a las jornadas de trabajo” que asegura que se desarrollaron allí, se pagó la estadía de su propio bolsillo.

Una posible salida de Rubiales de la RFEF podría generar una amplia crisis en el fútbol español y más aún cuando el dirigente ya mantuvo varias reuniones en el más alto nivel político para conseguir que España sea, junto con Portugal, la sede del Mundial de 2030, para la que compite con la candidatura conjunta de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile.