Sandro Rosell, el ex presidente del Barcelona, fue detenido junto a otras cuatro personas como parte de una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil contra el blanqueo de capitales. Junto al ex dirigente catalán se detuvo a su esposa en el domicilio del matrimonio, en la calle Deu i Mata de la capital catalana, en un edificio en el que otras fuentes señalen que Rossell tiene también un despacho.

Un fuerte despliegue policial llegó a las puertas de ese edificio, donde llevan a cabo uno de los nueve registros que se están efectuando en otros puntos de Barcelona, localidades de Lleida y Girona, así como en Andorra, donde la policía de ese país está colaborando en la denominada operación "Jules Rimet".

La investigación surgió por el cobro de comisiones ilícitas por los derechos audiovisuales de la selección brasileña de fútbol que posteriormente se blanqueaban a través de empresas en paraísos fiscales. Las autoridades buscan nuevas evidencias del supuesto cobro por las funciones de intermediación ilícita, así como del sistema ideado posteriormente para introducir esos beneficios ilícitos en el sistema financiero legal.

Instruído por el juez José de la Mata, también están procesados los padres del jugador y el actual presidente del Barça, Josep María Bartomeu, además del propio FC Barcelona y el Santos como personas jurídicas. En el caso de Rossell, el fiscal pidió que se lo condene a cinco años de prisión.