Las noticias sobre los dirigentes de la Conmebol y casos de corrupción se suceden semana a semana. Ahora, los flashes apuntan a alguien que ocupaba una segunda línea en el imperio Leoz, pero que se sentaba en la mesa chica y que contaba con máxima confianza de parte del ex monarca del fútbol sudamericano.

Se trata de Irmina Ortiz de Escurra, conocida en la intimidad como “Fany”. Ortiz de Escurra fue la secretaria del dirigente paraguayo que comandó los destinos de la Conmebol entre 1986 y 2013, siendo antes vicepresidente desde 1972. Conocedora de miles de secretos, manejaba temas sensibles y hoy su patrimonio dista bastante de ser el de una empleada administrativa.

Entre los bienes, se cuenta una casa de grandes dimensiones (algunos la califican como mansión) en el barrio más exclusivo de Asunción y una flota de catorce automóviles (seis Toyota, cinco Mercedes Benz, un Chevrolet, un Randon y un Mitsubishi L200, con la curiosidad que eran casi todos de color azul).

Pero no termina ahí: la secretaria de Leoz figura como directora en el Sanatorio Migone, propiedad de su jefe, y es directora también en Aseguradora del Este, cuyo propietario es Víctor Andrés Ribeiro (yerno de Leoz). Lo que se dice, una mujer multifacética.

La pregunta, cae de madura, ¿cómo hizo para amasar semejante riqueza? Ortiz de Escurra conocía los caminos más variados para manejar el dinero, contaba con contactos fluidos con las cúpulas de todos los bancos guaraníes y tenía contactos con paraísos fiscales como Panamá y las Islas Caimán. 

“Todos sabíamos que algo raro había”, confiesa un informarte a un portal de noticias europeo. Una extensa investigación de la Justicia, detalla que “Fany” ponía a varios de sus propios familiares como titulares de cuentas para facilitar el traspaso de una cuenta a la otra. Multimillonarios movimientos de cuentas bancarias están siendo analizados, aunque las operaciones habrían sido realizadas con mucha prolijidad, lo que dificulta el trabajo de los especialistas. La punta del ovillo habría sido una extracción en efectivo de u$S 200 mil, que carta firmada por Nicolás Leoz mediante, Ortiz de Escurra retiró del Banco do Brasil, sucursal Asunción. La cuenta era de la Conmebol, y en los registros internos no se detalló el movimiento. De la manera menos pensada y en un movimiento menor (habida cuenta de las cifras que se manejaban), la súper secretaria quedó expuesta y es señalada como el eslabón más fuerte del vaciamiento de la Conmebol.