Rafa Márquez fue, sin lugar a dudas, uno de los estandartes de las primeras conquistas de Pep Guardiola como entrenador en Barcelona. El mexicano formaba junto a Carles Puyol la zaga central de un equipo que salía practicamente de memoria y que tenía a un joven Lionel Messi como el jugador más desequilibrante de todos. 

Una década y media después de aquellas tardes y noches repletas de fútbol, el ex defensor recordó los momentos de tensión que atravesó en su relación con el 10 argentino. 

“En los entrenamientos yo daba muchas órdenes. En algún momento hubo un choque entre nosotros que terminó en una discusión en la que tuvo que intervenir Guardiola. Nos empezamos a decir de palabras” admite Márquez y suma: "Fuimos muy buenos compañeros, no somos los mejores amigos, pero fuimos compañeros y admiro su carrera. Es el más grande de la historia del fútbol.", aseguró.

Márquez no tiene reparo a la hora de explicar cómo sucedió aquello: "Sabíamos que Leo podía regatear a tres o cuatro jugadores pero a veces lo exageraba mucho. Intentábamos dirigirlo, diciéndole aquí sí o aquí no. Era para que trabajara más con sus compañeros de equipo. Y un día, por mi fuerte insistencia en estas instrucciones, ocurrió el problema".

Hoy en día, el mexicano dirige al equipo fillal del Barcelona y sueña con suceder a Xavi, otro de los integrantes de aquel equipo, en el banco de suplentes del primer equipo.