Parece que la Juventus fue señalada por el destino este año. Después de haber quedado relegada en otras temporadas en semifinales y en cuartos, esta vez parece que la final es una realidad. Y más después de la exhibición de equilibrio y contundencia que dio en tierras monegazcas, poniendo de rodillas a un opaco equipo que no escapa a la tradicional liviandad francesa, cuando de instancias decisivas se habla. Y dentro de este marco de la Juve, ahí están el enorme Pipa Higuaín, autor de los dos goles, Dybala -partícipe en el inicio de las dos jugadas definitorias- y Dani ALves -asistidor exquisito del delantero centro en los dos tantos- para marcar una diferencia queamenaza con convertir la revancha en Turín en un mero trámite. Los italianos están festejando a cuenta y miran con cierta previsibilidad la final de Cardiff.  

Con gol del delantero argentino Higuaín, la Juventus se puso arriba en tierra visitante ante un Mónaco que poco pudo asustar al mítico arquero Buffon. El tanto del Pipa fue lujoso, con dos tacos previos: uno de Dybala para limpiar la jugada y otro de Dani Alves para asistir alcentrodelantero de la Selección Argentina.

Para el segundo tiempo, el oficio de los visitantes sumado al buen pie que exhibe en varios de sus integrantes (Dani ALves, Marchisio, Dybala, Cuadrado, Higuaín, etcétera)le permitió manejar los tiempos y acelerar en el momento justo. Como cuando con la misma fórmula de la apertutra del marcador -inicio en Dybala, asistencia de Alves y concresión de Higuaín- marcó el segundo tanto, que fue el decisivo para el pocoímpetu que habían evidenciado los locales hasta ese momento. Fue una Juve demasiado grande para un conjunto turinés sólido y efectivo por donde se lo mire.

Aunque casi todas las luces se desviaron con la semifinal entre Real Madrid y Atlético, que pareció haber quedado definida después del partido de ida en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, esta tarde se abrió la otra llave, de la cual saldrá el otro finalista de la Champions League.

Por un lado, Juventus llegó con el envión de haber borrado al Barcelona de los milagros, mientras que Monaco arribó al top cuatro como la "Cenicienta" del torneo, gracias a los goles de Radamel Falcao y Kylian Mbappé, el joven sensación del que habla toda Europa. La comparación de jugadores y la solidez defensiva ponen al conjunto italiano como favorito a pasar a la final, pero Mónaco ya experimentó en octavos y cuartos lo que significa no ser favorito y eliminar al que sí lo era. Primero eliminó al Manchester City de Guardiola y luego al Borussia Dortmund.

En sus ligas, los dos equipos transitan a paso firme rumbo al título, algo a lo que Juventus ya viene acostumbrado desde hace cuatro temporadas. En Francia la situación es diferente, porque si el conjunto del principado se queda con la Ligue 1, romperá una racha de cuatro títulos consecutivos del PSG. El sueño de la Orejona está más cerca que nunca: Monaco quiere ser campeón por primera vez y Juventus volver a la gloria que saboreó hace casi veinte años.