Faltaban segundos para que sonara el pitazo final que decretaba la clasificación de Juventus a la semifinal de la Champions League. El Camp Nou ovacionaba a los jugadores del Barcelona a pesar del 0-0 (derrota 0-3 en el global) y Messi tenía la mirada perdida como en tantos otros momentos tristes de su carrera. En eso, escucha un susurro entre la multitud que le dice: "Leo, Leo, ¿me das tu camiseta?". Era Leonardo Bonucci, defensor del equipo italiano, que quería asegurarse el mayor tesoro de la cancha.

Giorgio Chiellini, compañero de saga de Bonucci, percibió el momento de "cholulaje" de su compañero y lo condenó con un manotazo y un grito en italiano para advertirle que no era momento. Los segundos que faltaban para que la clasificación de Juventus fuera oficial transcurrieron, el silbato sonó y Bonucci, como en todo el partido, volvió a acercarse a Messi, pero esta vez no para sacarle la pelota, sino para quedarse con su camiseta. El 10 accedió y se llevó la del italiano, una más para un armario repleto de camisetas de sus colegas-admiradores.