Amilcar Henríquez, uno de los principales jugadores de la selección panameña de fútbol, fue asesinado en la ciudad costera de Colón. El reporte de la policía local señala que un hombre, aún no identificado, se bajó de un vehículo y descargó su arma contra el futbolista y dos personas que se encontraban cerca de él.

El ataque sucedió en el barrio de Nuevo Colón. El futbolista, que militaba en el club Árabe Unido, de esa ciudad y era padre de tres niños, falleció en una clínica. El presidente panameño, Juan Carlos Varela, condenó "enérgicamente" el asesinato y anunció en Twitter que se movilizarán a Colón todas las fuerzas de seguridad "hasta dar con responsables".

La ciudad caribeña es una de las más peligrosas del país y allí operan varias pandillas, algunas ligadas al narcotráfico. Lo que se sabe del asesinato del futbolista Arnold Peralta en Honduras La situación de Colón llevó al gobierno a reforzar la seguridad con operativos especiales. Los dos hombres que fueron heridos junto a Henríquez, Josimar Pedro Salvador y Delano Wilson, fueron trasladados al hospital Amador Guerrero de la ciudad caribeña, de acuerdo con el informe policial ofrecido a periodistas.

La Federación Panameña de Fútbol, a través de Twitter señaló que lamenta "en lo más profundo la muerte" de Amílcar Henríquez.

Henríquez, de 33 años, era uno de los jugadores más importantes del equipo nacional. El centrocampista jugó en las últimas cuatro jornadas del hexagonal de la Concacaf para el Mundial de Rusia 2018, en el que Panamá marcha tercero y con posibilidades de lograr la clasificación.Henríquez, quien es nativo de Colón, regresó en 2016 al fútbol local con el Árabe Unido. Pasó varios años en la liga colombiana, en la que jugó en equipos como el América de Cali, Atlético Huila e Independiente de Medellín.

Hace apenas semanas, Henríquez, en declaraciones a la FIFA, había alabado el trabajo del cuerpo técnico de su selección, lo que a su juicio se evidenciaba en el buen arranque de la selección en los partidos de eliminatoria con miras al Mundial de Rusia 2018, que podría ser el primero de Panamá. "Éste es nuestro último momento para cerrar con broche de oro tantos años de esfuerzo y lucha. Ir a un Mundial es el sueño cumbre,es algo que todos queremos", dijo el futbolista aquella vez.

VIOLENCIA SIN FIN

Igual que la leyenda del fútbol panameño Julio Dely Valdés, Henríquez era oriundo de Colón, una ciudad castigada por la violencia de las pandillas y el narcotráfico.La muerte de Henríquez se suma a otros casos donde futbolistas panameños, la mayoría de ellos procedentes de barrios humildes, han sido asesinados o encarcelados por diferentes delitos.

En 2011 el arquero de Plaza Amador, Eric Luna, fue asesinado a balazos cuando se encontraban conversando frente a su casa. Ese mismo año Abdul Chiari, exinternacional y ayudante técnico del Árabe Unido, murió a tiros cuando se dirigía al entrenamiento del equipo.La misma suerte corrió el futbolista Javier de la Rosa, del equipo Chorrillo, muerto a balazos a las afueras del estadio donde minutos antes su equipo había jugado.

Otros exinternacionales como el arquero Óscar McFarlane o el delantero José Luís Garcés han sido detenidos y encarcelados acusados de delitos.McFarlane, arrestado este año por presunta posesión de droga, fue detenido en 2008 por porte ilegal de armas y en 2011 por un homicidio del que finalmente fue absuelto.Por su parte, Garcés fue condenado en 2005 por el delito de tentativa de homicidio, el mismo año en que el exdelantero de Árabe Unido, Kairo Óscar Martínez, fue detenido por la policía en posesión de una ametralladora mini Uzi.