La Premier League y el sindicato inglés de futbolistas profesionales (PFA) anunciaron hoy la creación de un fondo dotado de un millón de libras (1,17 millones de euros o 1,24 millones de dólares) para la atención a jugadores víctimas de demencia.

"Es un avance importante en la manera en la que el fútbol aporta un respaldo concreto a exjugadores que sufren demencia u otras enfermedades neurodegenerativas", comentó el director general del PFA, Maheta Molango. "Estamos convencidos de que todos los aspectos de este asunto merecen que el fútbol se responsabilice en su conjunto", añadió, según informó la agencia de noticias francesa AFP.

Ese fondo permitirá sobre todo destinar una ayuda financiera directa a los exjugadores y sus familias y plasmará las campañas llevadas a cabo por varias personas directamente afectadas por las formas de demencia relacionadas con la práctica intensiva del fútbol.

Es el caso por ejemplo de Dawn Astle, cuyo padre Jeff, exdelantero de West Brom y de la selección inglesa, murió en 2002 a los 59 años.

Su muerte se clasificó oficialmente como accidente de trabajo al relacionarse con los numerosos remates de cabeza realizados durante su etapa como futbolista. Varios estudios científicos establecieron una relación entre la práctica a alto nivel del fútbol y un riesgo más elevado de padecer demencia.

Otros deportes como el boxeo o el rugby se preguntan también sobre las consecuencias para la salud a medio y largo plazo.